La última década ha sido una etapa en la que Clément ha tomado para crecer y establecerse. Sin embargo, ha llegado el tiempo de evolucionar y, con ello, cruzar nuevos mares para seguir mostrando su música y talento, poniendo en alto el nombre de El Salvador en ese mismo esfuerzo.
Clément conversó con Diario El Salvador sobre lo que tiene preparado para este 2024, incluyendo su primer álbum, el cual manejará un concepto bastante novedoso, manteniendo la esencia musical que lo ha caracterizado en estos años. De igual forma, señaló sobre la necesidad de la unión entre artistas para establecer una industria musical más sólida en el país.
¿Qué novedades traes para tu carrera musical en este año?
Estoy feliz porque, por fin, estoy trabajando en mi primer LP, mi primer álbum de larga duración. Llevo un año ya trabajando este proyecto y ya estoy sacando los primeros sencillos que han sido «Barco» e «Isla» que son los últimos que han salido. Es un álbum que tiene todo un concepto que se armó y que me di cuenta de que el proyecto iba en esa dirección. Todo está saliendo bastante bien.
¿De qué temas hablás en estas nuevas canciones?
He estado escuchando lo último que había publicado en 2023, un EP llamado «Días Oscuros», y creo que con la evolución de este álbum puedo hablar de un crecimiento personal, de salir de un hoyo emocional fuerte, de pasar rupturas amorosas y, ahora, orientando el mensaje a crecer. Hay muchos temas, bastantes personales, que están en el álbum y con los que la gente puede empatizar.
Hablemos un poco de tu estancia acá en El Salvador. ¿Cómo ves la evolución musical en el país en los últimos años?
Fijate que, retomando un poco el hecho de haber participado en el Vulcano Flow hace algunos días, puedo decir que hubo bastante talento, una muestra de todo lo que hay en El Salvador. Hicimos 20 canciones en tres días. Ahí conocí gente con la que no había compartido o con la que no había trabajado y, ahora tuve el placer de hacerlo. Ahí me di cuenta de que hay mucho talento en El Salvador y que solo hace falta el apoyo y que los espacios existan para todos nuestros artistas.
Es verdad que, como país, no tenemos la experiencia musical de otros como México, ahorita estamos formando una industria, nos faltan varias cosas, pero hay talento, hay ganas y hay de donde elegir porque el talento está en muchos géneros. Hay otros países con una industria ya formada, como México, donde viven una realidad diferente. Pero eso no quita que acá, en El Salvador, hay talento, hay ideas y hay gente que está haciendo cosas muy interesantes que, en algunos años, van a tener sus frutos.
Sos un artista que divide su tiempo entre México y El Salvador. ¿Cómo incide en tu carrera este contacto con dos realidades y la interacción entre dos entornos artísticos diferentes?
De una forma positiva, diría yo. El contraste me hace sentir privilegiado. A mi edad ya puedo vivir completamente de la música y eso ya es ganancia. Es algo que me ha costado 10 años de mi vida. Entré en la escena musical cuando tenía 14 años y ahí fui creciendo y aprendiendo. Ahora, ver todo lo logrado me hace sentir bien y me reta a seguir creciendo. Además, de acá en El Salvador puedo seguir aprendiendo mucho de gente que también va creciendo en su carrera. Es prácticamente compartir experiencias de cada lugar y aprovechar lo mejor de cada uno. La idea siempre es crecer y aprender de otros.
Y, tras esos 10 años, ¿dónde está ahora tu carrera musical?
Creo que en el inicio de algo nuevo, de algo más a lo industrializado, más profesional y con otro enfoque. Yo noté la diferencia en mi música cuando llegó el día en que me levantaba y trabajaba en mi música, no solo en la de alguien más. Esa dedicación completa a la música comenzó a reflejarse en mi trabajo. No es que sea mejor o peor, solo distinto. Hay una evolución en cómo suena, cómo se ve y con un impacto diferente.
Ahora, con ese crecimiento, ¿hacia dónde proyectás tu carrera?
Me encantaría tocar en toda Latinoamérica. Poco a poco he visto como en las plataformas digitales hay contacto con otros países como Argentina y México, donde ya están consumiendo mi música. A mí lo que em importa es hacer música y es lo que me llena. Lo que quiero es seguir haciendo esto, seguir haciendo música.
En tu carrera también has tenido contacto con otros artistas. ¿Cómo ha sido esa experiencia?
Es algo que a uno le ayuda a crecer un montón. Siempre he sido del pensamiento de que uno, a todo lugar, debe llegar con las ganas de aprender, sobre todo en lugares donde hay otros artistas bien posicionados y que ya vivieron mucho. Platicar con ellos te llena mucho, te cuentan experiencias que te motivan y te sirven y que ya quedara en cada uno cómo aprovecha ese contacto con otros artistas con más recorrido. También compartir con productores o ingenieros de audio te sirve para crecer, todo el fogueo que podés tener con otros artistas o productores te nutre y te ayuda a crecer.
¿Creés que es importante este contacto entre artistas para formalizar mejor la industria musical en El Salvador?
Totalmente. Nosotros podemos hacer nuestro camino cada quien por su cuenta, pero será mucho más fácil si nos echamos la mano. Como te decía, acá hay talento y hay muchos artistas, pero no hay una industria musical totalmente establecida, por eso hay que fomentarla y, parte de eso, se logra ayudándonos entre todos para crear mejor música, en el sentido de cómo suena, cómo se ve, como se produce. Eso aportará mucho para que todos crezcamos. Entre mejor sea el producto, mejor será la recepción. Es cuestión de trabajar en equipo para que toda la gente se dé cuenta que tenemos música muy buena y artistas muy talentosos.