Un grupo de familias se asentó en una propiedad de Instituto de Transformación Agraria (ISTA) y fundó la comunidad El Guanacaste, situada en el cantón Las Tunas, de Conchagua, La Unión.
Sus residentes han creado una Asociación de Desarrollo Comunal (Adesco) para iniciar las gestiones que los lleven a obtener las escrituras de esas parcelas, que aseguran que les fueron entregadas por gobiernos pasados, pero de las que nunca recibieron documentación.
«Hace como 22 años nos dieron la propiedad y solo vinieron a medir, pero nunca nos dieron una escritura. Ahora queremos iniciar ese proceso, porque sin la escritura no podemos gestionar ningún proyecto de energía ni agua», comentó Joel Robles, presidente de la Adesco.
En algunas de las parcelas han sido construidas champas de lámina y madera en las que residen algunas familias, pero en total son alrededor de 62 solares los que fueron entregados en ese lugar. No todos se han trasladado a vivir ahí, debido a que no cuentan con los servicios básicos de agua potable y energía.
La Adesco fue formada hace tres meses con la finalidad de iniciar las gestiones para la legalización de las tierras y que los pobladores cuenten con fortaleza jurídica, ya que temen ser víctimas de desalojos si no tienen una escritura que los respalde como propietarios de sus parcelas.
La mayoría de las familias son de escasos recursos, algunas dependen de las actividades relativas a la pesca y la agricultura, y otras, de las de construcción.