Hasta antes del juego contra Metapán, disputado el domingo, el volante santaneco, Javier Bolaños, de 19 años, era un perfecto desconocido para la retina del hincha fasista. Pero ante los caleros se paró con autoridad en la cancha para aportar, casi como un experimentado, en un FAS que urgía del triunfo. Puso el segundo tanto en el triunfo ante los caleros, con pizarra de 4-0.
Al término del partido, el reservista asociado volvió a la realidad, esa que tiene detalles que jamás olvidará el ahora rapado (por el bautizo de sus compañeros en el primer equipo) En frío, Bolaños se sinceró en plática con Diario El Salvador. Su recorrido en la vida ha sido complicado.
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«Recuerdo cuando mi padre me traía al estadio cuando era pequeño a ver los partidos de FAS. Pero íbamos a ver los últimos 15 minutos, porque no teníamos dinero para comprar entradas y ahora mi padre vio desde el televisor. Lastimosamente no pudo venir, pero esta es una satisfacción que le doy a mi familia. Es muy grande. No ha sido fácil para mí, he pasado por muchas cosas. Creo que eso es lo que ha dado fuerza. Estoy muy agradecido por el apoyo de mi familia». dijo el volante de los fasistas, que de a poco se gana un lugar en la titular de los paquidermos.
Bolaños es de fierro. No se quiebra cuando relata que su padre no puede estar en el estadio, debido a una complicación de salud, pero le sirve de consuelo que su progenitor lo puede ver por la televisión.
«Desde pequeño hemos trabajado, pero hemos pasado por muchos obstáculos de la vida y agradecido con Dios por la oportunidad que me ha marcado en anotar un gol. Es una alegría muy grande ser santaneco y aportar al equipo que siempre he apoyado desde pequeño. Veníamos de tres juegos sin sumar de a tres y sabíamos que debíamos ir a buscar la victoria. Nos ha costado mucho llegar acá y esto apenas es un paso para que yo pueda seguir creciendo como jugador. La humildad es lo que a uno lo hace llegar lejos. Agradecido con la confianza que el entrenador me ha dado». indicó el mediocampista que porta el número 34 en las filas de los tigrillos.
Lo académico
Bolaños ya coronó sus estudios de bachillerato. Ahora espera una beca para acceder a educación superior. «El fútbol es importante, pero el estudio lo es mucho más. Tenemos que seguir estudiando, porque un día, Dios no lo permita, una lesión lo puede sacar a uno. Por eso creo que el estudio es importante. El equipo me apoya ahora con un sueldo, pero quiero seguir buscando más para apoyar a mi familia», dijo el volante, quien tiene ahora un salario de jugador reservista