La cultura exótica, los movimientos estilizados, la fantasía y la sensualidad que rodean a la danza árabe son algunos elementos que seducen y motivan a las mujeres de occidente a practicar esta disciplina, pero por diferentes razones muchas no se atreven a hacerlo.
La falta de información hace pensar que solo las mujeres jóvenes o esbeltas pueden practicarla; sin embargo, en El Salvador diferentes escuelas de danza han eliminado ese tabú como en la Academia de Danza Kinesis donde dan la oportunidad a cualquier mujer de integrarse, siempre y cuando tenga las ganas y disposición de aprender.
«La danza árabe es tan noble, tan hermosa, que no importa la edad ni la complexión. He tenido alumnas pequeñas, así como señoras mayores que la disfrutan por igual», señala Ivette Rivas, quien tiene 19 años de bailar y 10 años de ser maestra.
Ella tiene su cargo tiene a más de 80 alumnas que llegaron con la idea de tener un pasatiempo, alejarse de la rutina, relajarse y liberarse del estrés, pero cuando se inscriben y comienzan las clases se sorprenden por otros beneficios que obtienen.
Cuando las alumnas llegan a su escuela, Rivas les explica que la danza árabe es una expresión cultural que incluye tanto la música como el baile y de alguna manera revela la cultura del mundo oriental.
Les explica que, así como en esta parte del planeta hay cumbia y otros ritmos tropicales, en el oriente tienen su música clásica y moderna que permite diferentes expresiones de la danza.
Rivas les enseña tres tipos danza que nacieron en Egipto: el Raqs Sharqi, que es una danza que se realiza en un espacio amplio, con desplazamientos, vueltas y movimientos de todas las partes del cuerpo, pero sobre todo de las caderas; el Baladi que es un baile más estacionario y con poco movimiento de los brazos, y el Saidi, un estilo muy alegre que incluye saltos y utilizan un bastón con el que realizan movimientos estilizados y suaves.
El inicio puede ser complicado
La experiencia de Rivas, tanto en su papel como aprendiz como de maestra, le ha demostrado que el inicio puede ser difícil porque normalmente se cree que el Belly Dance solo son movimientos de la cadera, pero esta práctica es más completa porque las bailarinas aprenden a mover todos y cada uno de sus músculos.
«En mi escuela el no puedo y el no me sale no existen, y eso se los recalco siempre a mis alumnas, porque no hay ninguna persona que sea tiesa. Lo que pasa es que nadie nos enseña a dominar el cuerpo y esta clase es para eso», destaca la maestra, quien es muy paciente con los diferentes grupos que atiende.
«Al empezar con las primeras clases, lo que sucede es que el cuerpo y la mente se pelean, pero hay un momento en que se logra dominar el cuerpo», explica.
Otra barrera que las mujeres enfrentan es que no están acostumbradas a observar su cuerpo en un espejo y mucho menos bailar, algo que con el tiempo les ayuda a encontrar la belleza de los movimientos.
Rivas menciona que muchas de sus alumnas no se mueven en las primeras clases y es aquí cuando las motiva a soltarse y rechazar toda idea negativa que tengan de su cuerpo y sus habilidades.
La academia no tiene niveles, es decir, todas las alumnas (incluida la maestra) se consideran siempre aprendices porque el objetivo no es profesionalizar el baile si no que puedan pasarlo bien y disfrutar de todas las bondades de esta expresión artística y cultural.
«Al final de la clase, al final del día, podemos ser y pensar diferente, pero si tenemos claro que somos una tribu y por eso nos apoyamos», explica.
Las interesadas en recibir clases en esta academia pueden consultar precios, horarios y locaciones llamando o escribiendo al WhatsApp 7850-7519.
Beneficios de la danza árabe
- Conecta la mente con el cuerpo. «La danza nos ayuda a controlar nuestro cuerpo a que nuestra mente pueda disociar cada músculo y poderlos mover», destaca la maestra Ivette Rivas.
- Mejora la confianza y la autoestima. «En mi clase hay chicas que al principio no se movían y todo les daba pena, hoy son el alma de la fiesta».
- Reduce o elimina el estrés. Elimina la tensión en los músculos, ya que es un momento en que la mente descansa de los problemas o angustias y permite que las personas retomen sus actividades renovadas
- Mejora la postura, ya que es vital para lograr la elegancia y la sensualidad que tienen en su esencia. Poco a poco las mujeres empiezan a corregir la postura incluso cuando no están bailando
- Realza la feminidad y sensualidad. Las alumnas aprenden a realizar movimientos más delicados y sensuales, que muchas ni siquiera sabían que podían hacerlos. «No solo es la cadera como se piensa, es desde la cabeza, con el cabello, la mirada, es todo».
- Es un ejercicio completo. Aunque es de bajo impacto se mueven todos y cada uno de los músculos.
- Mejora la musculatura del suelo pélvico. Algunos médicos se lo recomiendan a las mujeres que han tenido hijos de forma vaginal, para mantener el suelo pélvico firme. También se lo recomiendan a las mujeres que están embarazadas porque los movimientos incluso sirven para masajear y oxigenar a la nueva vida que se está formando.