Entre los recuerdos se encuentra una semilla de copinol del artista salvadoreño Fernando Llort, «el la llamaba semilla de Dios y decía que era como El Salvador porque es pequeño, pero es donde nace toda la energía para todos. El compartió su arte con todos los artesanos de Chalatenango».
«Se los comparto a ustedes porque es el corazón de los salvadoreños», expresó la ministra Valdez, quien agregó:
«Amo su energía, gracias por venir, espero que regresen a El Salvador de nuevo para vacacionar», reiteró.
La delegación de México, Panamá e Israel también recibieron la pieza de arte llamada «La semilla de Dios» y granos del Café de El Salvador.
Los neozelandeses realizaron un ritual originario de su cultura para bendecir a la ministra, quien fue colocada en el centro de los extranjeros, colocaron sus manos alrededor de la funcionaria y recitaron oraciones en su idioma nativo con la efusividad que caracteriza a los neozelandeses.
A la ministra le brotaron lágrimas al recibir toda la energía transmitida por los neozelandeses, el pequeño ritual dejó muy conmovida e impactada a la funcionaria.