Autoridades de Policía Nacional Civil (PNC) de Cuscatlán, en coordinación con personal de la División de Medio Ambiente de la corporación policial, desmantelaron un rastro clandestino de caballos que funcionaba frente al tiangue municipal de San Rafael Cedros.
En el momento del hallazgo, ya habían destazado 12 equinos, los cuales sacrificaban en la cochera y otras áreas de la casa, y eran colocados en depósitos y bolsas plásticas.
En el lugar permanecían dos caballos vivos, los cuales fueron rescatados y llevados en resguardo a un predio de la alcaldía, informaron fuentes de la PNC.
Agregaron que entre los restos y la carne de las bestias sumaron 2,160 libras, las cuales fueron enterradas en el cementerio municipal, debido a la insalubridad.
Se presume que quienes tenían este negocio hacían pasar la carne como de res, por lo que sospechan que era comercializada en los mercados locales de Cuscatlán y departamentos vecinos.
En el procedimiento capturaron en flagrancia a Luis Alonso Torres Urbina, de 33 años, identificado como el Matarife y residente en la dirección de la detención. Es acusado por los delitos de contaminación ambiental y fabricación y comercio de alimentos nocivos.
«Era extraño que, estando frente a un tiangue, antes no se hubiera sabido que ahí se sacrificaban caballos. La carne la vendían como que era de res, pero se logró identificar lo que sucedía y no seguirán. El llamado es a la gente a que denuncie estas prácticas nocivas, no están permitidas por la ley», dijo una fuente policial.