Este domingo, el Mercadito Penitenciario se realizó en las instalaciones del Tabernáculo Central en San Salvador, en donde privados de libertad en calidad de buena conducta ofrecieron sus productos al público. Esta actividad forma parte del Plan Cero Ocio, iniciativa de la Dirección General de Centros Penales.
Los privados de libertad en fase de confianza son capacitados en elaboración de alimentos. Durante el servicio religioso en el Tabernáculo, los asistentes pudieron disfrutar de estos productos.
Para promover el talento artístico entre mujeres y hombres, también se les instruye en la elaboración de artesanías, las cuales pueden ser adquiridas por el público en general.
Los salvadoreños también tuvieron la oportunidad de disfrutar de los productos cultivados en las granjas penitenciarias de Izalco y Santa Ana por las manos de los privados de libertad que se preparan para reinsertarse en la sociedad.
Según el Gobierno de El Salvador, por primera vez en 30 años, el Sistema Penitenciario de El Salvador cuenta con un modelo de disciplina, control y orden gracias a las instituciones que trabajan de manera articulada para la creación de hábitos positivos.
A través del Plan Cero Ocio, 2,000 reos en fase de confianza salen a las calles para brindar sus servicios a la sociedad, mientras que los que permanecen en el interior de los Centros Penales, se involucran en actividades productivas.
El director general de Centros Penales, Osiris Luna, afirmó que «la institución se mantiene firme en cumplir los lineamientos del mandatario de fortalecer la reinserción para promover los pasos para que los reos se reinserten adecuadamente en la sociedad».