Ecuador alcanzó el pasado sábado 12 de febrero, un total de 797,230 contagios de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) tras sumar otros 3,410 casos en las últimas 24 horas, informó el Ministerio de Salud Pública (MSP).
En el último día, el país sudamericano también registró 25 muertes más a causa del virus con lo que totalizó 24,915 fallecidos confirmados en casi dos años de pandemia, según el informe diario de la cartera sanitaria.
De acuerdo con el reporte, el aumento de contagios a escala nacional no ha incidido mayormente en la ocupación de camas en hospitalización en el sistema público de salud que llega hasta el 40 %.
Mientras tanto, la ocupación de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos alcanza el 72 %, una ligera alza con relación al día viernes.
Desde junio pasado, Ecuador entró en una «nueva normalidad» gracias al avance del Plan Nacional de Vacunación contra la COVID-19 en la población objetivo de cinco años en adelante, que comprende 16,1 millones de personas.
La inmunización se aceleró en los últimos meses con la rápida provisión de vacunas chinas, como la CoronaVac de la farmacéutica Sinovac, que es la que mayormente se aplica en la nación andina.
El Ministerio de Salud Pública informó hoy en un comunicado, que Ecuador se encuentra en el grupo de países que destacan por el porcentaje de vacunación contra la COVID-19 en América Latina y el Caribe.
«Está ubicado en el puesto cinco de 38 países que tienen datos cargados en el portal alemán Statista», una página donde se coloca información sobre la pandemia, señaló.
Hasta el 11 de febrero de 2022, Ecuador tiene el 88 % de la población objetivo inoculada con una dosis de vacuna, es decir, un poco más de 14,1 millones de personas, de acuerdo con el sitio web «Vacunómetro» del MSP.
Con dos dosis, se ha inmunizado al 83 % de la población, más de 13, 4 millones de personas; además, se han aplicado más de 3,1 millones de terceras dosis de refuerzo.
En el país, que se mantiene reactivado social y económicamente, se retomó el pasado 7 de febrero de manera obligatoria las clases presenciales en el sistema educativo y las actividades en espacios públicos y de ocio se desarrollan con menos restricciones sanitarias.