La violencia por las armas de fuego continúa como una constante en Estados Unidos. Solo del 17 al 19 de febrero, la organización estadounidense Archivo de Violencia Armada registró al menos 10 tiroteos masivos, la mayor cantidad de cualquier fin de semana en lo que va de 2023.
Hasta el lunes en la noche, más de 6,000 personas perdieron la vida por armas de fuego; en este dato se incluyen los suicidios reportados por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, siglas en inglés), un promedio de 118 víctimas por día.
El más reciente caso de violencia armada ocurrió en la ciudad de Linden, en Nueva Jersey, Estados Unidos, donde la comunidad está de luto por la tragedia del domingo en la mañana en la que una familia murió aparentemente por un asesinato-suicidio.
El fiscal del condado de Union, William A. Daniel, y el jefe de Policía de Linden, David Hart, anunciaron el lunes que Krzysztof Nieroda, de 41 años, atentó con un arma de fuego contra su esposa, Justyna Nieroda, también de 41 años; su hija, Natalia Nieroda, de 13; y su hijo, Sebastian Nieroda, 14 años.
De acuerdo con las investigaciones, el menor fue trasladado al Hospital Universitario en Newark, donde horas después perdió la vida.
La Fuerza de Homicidios de la Oficina del Fiscal del Condado de Union y el Departamento de Policía de Linden revelaron que Nieroda se contactó con un miembro de la familia por teléfono y admitió haber disparado y matado a su esposa e hijos, y que tras la llamada se disparó en la cabeza.
El arma homicida fue encontrada en su mano cuando llegaron las autoridades. «En tragedias de esta magnitud no hay palabras que puedan curar ni explicaciones que puedan servir para darle sentido al público. Nuestros pensamientos están con la familia y amigos de estas víctimas», dijo el fiscal Daniel.