Un año ha pasado desde que El Salvador fue destacado mundialmente por construir el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la cárcel más segura y la más grande del continente americano donde ahora más de 12,500 pandilleros están tras las rejas bajo estrictos protocolos de seguridad y quienes, según los funcionarios salvadoreños, no volverán a ver «la luz del sol».
Fue el 1 de febrero del 2023 cuando el presidente de la República, Nayib Bukele, inauguró el recinto penitenciario que tiene capacidad para 40,000 pandilleros y que, un año después, se ha convertido en la casa de integrantes de maras, entre ellos, homeboys, palabreros, jefes de clicas, corredores deprogramas y para jefes de la MS.
Esta mega cárcel comenzó a recibir internos el 24 de febrero; bajo un amplio dispositivo de seguridad, liderado por la Policía Nacional Civil, Fuerza Armada y personal de Centros Penales, se realizó el primer traslado masivo de pandilleros desde diversos centros penales en todo el país.
Aproximadamente un mes después, bajo el mismo protocolo, el presidente Bukele confirmó el segundo traslado de un grupo de pandilleros y es así como poco a poco las autoridades han ido trasladando al Cecot, a miles de mareros conforme soncapturados bajo el régimen de excepción y otros que también ya estaban aislados en otros penales.
Estándares de seguridad
El Cecot, que fue construido en tiempo récord, destacó por tener estándares internacionales de calidad y seguridad que garantizan la limitación de comunicación de los terroristas.
Dicha megacárcel, de 236 manzanas de terreno, ubicada en una zona alejada del centro urbano del municipio de Tecoluca, en San Vicente, cuenta con instalaciones modernas, tiene muros de 12 metros de altura, además de 19 torres de vigilancia y siete anillos de seguridad. Las instalaciones cuentan con diferentes pabellones para el confinamiento de reos. En total, 250 policías y 600 militares han sido asignados para vigilar el lugar.
Para asegurar que los mareros no se comuniquen con el exterior se han cimentado dentro del penal seis salas de audiencias donde se realiza un promedio de entre 15 a 20 audiencias diarias.
El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, ha reiterado que todos los pandilleros que lleguen a cumplir sus condenadas por diversos delitos «van a pasar, permanecer y morir» en la mega cárcel.
Ni torturas ni violación
Desde que se instauró el régimen de excepción en El Salvador, diversas organizaciones no gubernamentales, la oposición y otros, han criticado al gobierno de Bukele por «violar» los derechos humanos de pandilleros, pese a que ellos fueron los causantes de una ola similar de muertes a la registrada durante la guerra civil con más de 70,000 homicidios.
Al inaugurar la mega cárcel dichas críticas fueron en aumento, ya que a los internos no se les permite el contacto con el exterior, tienen restringidas visitas familiares, el menú de alimentación es reducido, etc. Sin embargo, autoridades externas al Gobierno han dicho y constatado que la disciplina aplicada es propia de un régimen penitenciario.
En septiembre del año pasado, el comisionado para los Derechos Humanos y Libertad de Expresión, Andrés Guzmán, desmintió a los grupos y las ONG que se oponen al Gobierno de Bukele, que manifiestan que en las cárceles hay torturas y se violan derechos humanos.
El comisionado Guzmán ha dicho que «no existen violaciones de derechos humanos, que están, dentro del momento que están pasando por su vida, están en condiciones dignas, y bueno, en términos generales hay mucho, mucho más trabajo que hacer desde el punto de derechos humanos por ellos, pero lo estamos haciendo bien».
De igual forma medios de comunicación nacionales e internacionales, como la cadena BBC, y diplomáticos internacionales, como una comisión de diputados brasileños han constatado, en el año de funcionamiento del Cecot, las condiciones en las que se encuentran los pandilleros donde no existe tortura.
Buscan replicar modelo de Bukele
El éxito del Cecot ha llamado la atención en otros países, por ejemplo, políticos de Ecuador y Colombia expresaron su motivación de construir un Cecot en sus ciudades.
Entre los casos más recientes, el pasado 5 de enero, ante el incremento de la violencia en Ecuador, el presidente de la nación, Daniel Noboa, dijo que planea construir dos cárceles de máxima seguridad tomando como modelo el Cecot. «Van a ser cárceles que van a estar listas en 10 a 11 meses. Van a ser igualitas porque es la misma compañía, el mismo diseño que se hizo para las cárceles en México y El Salvador», detalló.
De igual forma, el año pasado el excandidato a la alcaldía de Cali, Colombia, Jaime Arizabaleta, tenía dentro de sus propuestas construir en esa jurisdicción un mega centro penal que servirá recluir a los delincuentes similar al Cecot.