El exsecretario general del FMLN Medardo González reconoció ayer en la entrevista a Primera Vista de la radio 106.9 FM, que hay medios de comunicación en El Salvador que juegan un rol de oposición contra el Gobierno del presidente Nayib Bukele.
«La oposición que tenemos en este momento tiene una posición clara antibukelista. Nosotros encontramos agrupamientos de partidos políticos, de movimientos populares con larga trayectoria y nuevos. Yo metería también aquí en la oposición, no militante y política, pero hay medios de comunicación que de manera franca digo: sí están jugando un papel de oposición», señaló.
Ciertos medios de comunicación tradicionales nacionales e internacionales han atacado los esfuerzos en materia de seguridad que impulsa el Ejecutivo. Anteriormente cuestionaron la implementación del Plan Control Territorial y recientemente arremetieron contra la fase V de este, que comenzó el sábado en el municipio de Soyapango, en San Salvador.
También deslegitiman el régimen de excepción (vigente desde marzo), que ha servido en el combate de las pandillas. Según el exdiputado, esa oposición todavía no tiene la fuerza suficiente para detener de manera inmediata una posible reinscripción del presidente Bukele como candidato presidencial para 2024.
El año pasado, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, cuyas resoluciones son de estricto cumplimiento, habilitó la reelección presidencial inmediata. Por tanto, el presidente Bukele puede optar a un segundo período consecutivo, decisión que no implica la violación de la Constitución.
González también reconoció que en los gobiernos anteriores no hubo mecanismos de transparencia para garantizar que la población ejerciera contraloría ciudadana de los fondos públicos, lo que permitió que los gobernantes sustrajeran dinero de las arcas públicas. «Podían meter la mano y hacer y deshacer con los fondos públicos», aseguró.
Ese planteamiento se lleva de encuentro a los dos gobiernos del FMLN (2009-2019) y a sus dos expresidentes (Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén), quienes huyeron hacia Nicaragua porque en El Salvador son investigados por actos de corrupción.