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DeOpinión
Por Francisco (Paco) Hidalgo
Pintor
Paconocerdearte / Artículos sobre artes plásticas / Primera Entrega
Después de que la Galería 1-2-3 cerró temporalmente sus puertas por daños estructurales en las instalaciones y por la pandemia, resurge como el ave fénix con una muestra de arte latinoamericano de muy buena factura, incluyendo a nuevos valores de la plástica.
En su segunda exposición, con el excelente montaje de Linette de Cohen, engalana sus paredes con uno de los artistas más sólidos y disciplinados de El Salvador: Álex Cuchilla.
De sus autorretratos «El gran irreverente» (óleo, 2003, pirograbado, 2007) o sus obras «Entre caníbales», «Tu ángel de fuego», «Peón dos negro a peón uno blanco», «Telarañas» y «El ángel caído I y II» hasta esta serie de 20 cuadros, existe un largo camino y transformación.
Hay elementos en su obra que se mantienen a lo largo del tiempo, como la luz en la piel de la figura humana que ilumina nuestra mirada; otros que dejó atrás, como la influencia de la composición de Arturo Rivera, su tutor cuando residió en México y que observamos en la serie «Historia de la dermis».
Cuchilla se ha mantenido firme en el trabajo minucioso y detallista. Su estilo es un juego entre el realismo, el hiperrealismo, el surrealismo y el abstracto.
Los personajes, niños en su mayoría, es otra de sus constantes; ya sea ellos o sus entornos, son los que se han ido transformando a lo largo de las distintas series.
Al principio se encontraban en ciudades abrumadoras, inseguras, violentas, jugando con armas de fuego, asimilando la violencia: «El exilio» (2000), «Remolinos del tiempo» (2007) y algunos de sus pirograbados son muestra de esto. Luego comienzan a soñar, en la serie «Fragmentaciones urbanas» (2008- 2009) y a jugar, en «Ciudades sumergidas» (2010-2011).

Entran el surrealismo y la poesía en su obra y abrazan a sus personajes. Aparece la oración en su serie «Asfalto» (2013).
En «Ciudades volátiles» (2013-2015) dejan la urbe y se transportan al mundo del color como escenario, el cual se vuelve protagonista en la serie «Peces de ciudad» (2015).
En «Memoria en sueños» (2016) y «Remontando el Uluán» (2017) aparece una simbiosis entre el personaje y la naturaleza, que se conecta con la pieza «Ecos» (2020), en la que su hija se transforma en mar al escuchar el sonido de la caracola. Esta bienvenida al mar, a la vida, está plasmada en «Aqua» (2020). Son dos de las piezas más hermosas de la serie, las expresiones captadas nos hacen sentir el calor del sol, el viento, la brisa y el sonido del mar.
El inicio, «Dialogando con la proporción áurea», «Remolinos en el tiempo», «El arcoíris» (2019), nos habla del placer de estar en comunión con el mar. El mar se vuelve hogar, vida, esperanza.
Los salvadoreños tienen una gran riqueza, el mar está en la palma de sus manos y a solo un paso. Cuchilla plasma esas huellas que dejamos sobre la arena, «El camino» (2019), «El camino II» (2021), y nos refiere a lo volátiles que somos, pues en un segundo llega una ola y la borra suavemente.
Otra de las sensaciones captadas en su pintura es la de los pies descalzos en el agua, cuando la ola se va. Extraordinariamente plasmada tanto la sensación como el movimiento; «En la calma I» (2020) y que le da título a la exposición y en otras como «El inicio», «El arcoíris» y «En la calma VI».
Tener los pies sobre la arena y sentir que el mar nos lleva es la reflexión que todos nos hemos hecho durante la pandemia. Estamos, pero la muerte está más presente que nunca en nuestros pensamientos. A Cuchilla lo ha hecho reflexionar sobre la vida, la vida que es el mar, el mar que es amar y nos agradece con sus pinceles, tal como él lo expresa, la bendición de ser pintor en cada uno de estos cuadros.
Una de las piezas mejor logradas es «Lección de vuelo III» (2020), donde el mar y el personaje gozan de felicidad. Una imagen con la que viene dialogando desde 2013: «Lección de A-vuelo» y «Lección de vuelo II».
Con esta serie tan íntima, llena de luz y amor, le damos la bienvenida a nuestro Sorolla salvadoreño y le deseamos muchos años de vida y color.
¡El gran irreverente está en paz consigo mismo y ha encontrado la calma espiritual! ¡Por otros 50 años de la Galería 1-2-3!
DePoesía
«SOÑAR»
Por Maritza Jeannette Calderón de Rivera
Soñaba que no soñaba,
que los pájaros traen mensajes.
Mensajes de paz, consuelo,
a un mundo maltratado.
Soñaba que no soñaba,
que la muerte moriría
y partían soledades,
inquietantes, moribundas.
Soñaba que no soñaba,
porque el sueño parecía vivo
y las realidades me asfixiaban
con colores taciturnos.
Soñaba que no soñaba,
que soñarías conmigo,
pero tienes otros sueños:
rojos, negros, ensombrecidos.

«MIGRANTE»
Soy migrante.
Migrante de la miseria,
mientras rugen las vísceras.
Migrante del sustento
que el hambre aprieta.
Migrante de la ignorancia,
que me hunde en la pobreza.
Migrante de la lucha,
que extiende la mano explotada.
Soy migrante,
del derecho al espacio en mi encogida vivienda.
Migrante de las guerras que empujan hoy mi paso.
Migrante ante el impuesto malversado.
Migrante porque no encuentro acogida,
en la patria que niega todo derecho.
«SUEÑOS EN EL BICENTENARIO»

Por Rubén Regalado Sermeño
I.
En jornada larga terminada,
madre patria recibe ahora
el perdón por tanta marejada,
visión varias veces fracasada.
La unión es el sueño en mora.
Vamos todos centroamericanos
por eterno don del Creador,
unidos gozosos de las manos,
hermanos lejanos y cercanos,
bajo la sombra del Salvador.
II.
De verdad somos hermanos todos,
cielos de la patria se embellecen
al origen común: nuestros lodos,
aun teniendo diversos modos
grandes héroes el alma tejen.
III.
Gerardo Barrios, Justo Rufino,
Cabañas, del Valle, Morazán
y Santamaría son oro fino,
orientan cierto, puro destino
de la unión en claro afán.
IV.
Te cantamos, peñón desmembrado,
en común sitio del lugareño:
calpulli social en el arado
plantas, tierra y lo cosechado
eran de todos ¡un solo sueño!
«PAJARITO»

Por Carlos Escobar
Pajarito, pajarito,
—blanca ala—
entraste por la ventana
siendo fiel alma.
Reposaste en mi pierna
tu sutil cuerpo,
cuéntame, pajarito,
¿cuál es tu duelo?
Si volando desde tan lejos vienes
solo a verme, dime, pajarito, ¿qué te duele?
Siendo el cielo más grande
que mar abierto,
encuentras en mí
lo que no encuentras en el cielo.
¡Surque de nuevo tu ala el viento
de norte, sur y oeste!
¡Que encuentre tu alma amapola silvestre
que pueda amarte
como te mereces!
De Pensamiento
«SENTIMIENTO»
Por Jónathan Rivera
Tengo un sentimiento que no sé cómo expresarlo, no sé si es amor o dolor, pero me toca aguantarlo. Lo siento desde adentro y quisiera sacarlo, hacer algo maravilloso con él, para que todos puedan disfrutarlo. Que todos sepan qué hacer cuando sientan algo como lo que yo siento ahora.