El Salvador pasó de ser uno de los países más peligrosos del mundo a convertirse en uno de los territorios más seguros de la región al tener la tasa de homicidios diarias más baja gracias a la implementación del Plan Control Territorial (PCT), la estrategia de seguridad ideada por el presidente Nayib Bukele en junio de 2019 y reforzada con la guerra contra las maras a partir del 27 de marzo de este año a escala nacional.
En tres años y cuatro meses de la administración Bukele se ha logrado ubicar al país con el porcentaje más bajo de asesinatos en Centroamérica y se encamina a ser el país más seguro de Latinoamérica, situación que dista en mucho de lo heredado por los gobiernos de ARENA y el FMLN cuando se promediaron hasta 30 homicidios por día.
«0 homicidios. El derecho humano más importante es el derecho a la vida. Seguimos… #GuerraContraPandillas», es la reacción del mandatario salvadoreño al conocer de un nuevo día sin muertes violentas en el país.
El trabajo de la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada como parte de la sólida estrategia de seguridad han logrado en El Salvador se registren menos de un homicidio por día (tasa de 0.7), seguido por Panamá con 1.1, Costa Rica reporta 1.7; mientras que Guatemala informa de 12 muertes violentas diariamente, Honduras es el más violento de la región centroamericana con 13 asesinatos por día.
Las estadísticas oficiales de México dan cuenta de 86 crímenes al día, Colombia registra 36, y Ecuador un promedio de 10.1.
Estrategia efectiva
Los primeros semestres del Gobierno del presidente Bukele (del 2020, 2021 y 2022) se convirtieron en los períodos más seguros de la historia reciente de El Salvador al sumar 1,682 homicidios y al compararse con un período similar de la administración del expresidente Salvador Sánchez Cerén en el que hubo 7,710 muertes violentas a escala nacional, de acuerdo con datos oficiales.
Y al compararlo con el Gobierno de Mauricio Funes, los datos dan cuenta de que en el primer semestre de 2013 hubo 1,057 homicidios y 1,849 en 2014; ambos períodos corresponden al Gobierno del FMLN. A la luz de las estadísticas, la administración de Sánchez Cerén fue la más violenta, pues en los primeros seis meses de 2015 ocurrieron 2,865 homicidios, el pico más alto se dio en 2016, con 3,060 asesinatos, en 2017 (1,785), 2018 (1,810), 2019 (1,575).
Con la llegada del presidente Bukele y la puesta en marcha del PCT los salvadoreños comenzaron a percibir una reducción histórica de la violencia homicida desde el segundo semestre de 2019. Entre el 1.º de enero y el 30 de junio de 2020 reportaron 596 muertes violentas, en 2021 hubo 637, y 449 muertes violentas en 2022.