El partido que la selección nacional mayor contra Boniare del pasado 20 de marzo en el estadio Audi Field, de Washington, además de que no resultó como se esperaba porque la Azul apenas pudo empatar 1-1 (el choque fue diseñado para que El Salvador rompiera una racha negativa de partidos sin ganar), ahora le trae problemas legales a la Federación Salvadoreña de Fútbol.
AGM Sports Inc, empresa estadounidense que organizó los partidos contra Argentina (Filadelfia) y contra Honduras (Houston), publicó un comunicado donde manifiesta que presentará un reclamo ante la Comisión Disciplinaria de la FIFA y una demanda ante el Tribunal Arbitral del Deporte, en protesta por el duelo entre la Azul y Bonaire.
La empresa que organiza eventos deportivos asegura que tiene un contrato de prioridad con la Fesfut para la organización de nueve partidos para la selección nacional, en el periodo de dos años (2023-2024), pero que este ha sido violado por parte de la Federación y esto les ha ocasionado pérdidas económicas.
AGM, además, dice que realizó «un importante desembolso a favor de la Fesfut, cubriendo una gran cantidad de partidos por adelantado a Fesfut», duelos que iban a ser pactados en fechas FIFA y en otras que no fueran ventanas avaladas por la Internacional.
La empresa estadounidense señala que una de las formas en las que se ha incumplido con el pacto es que le ha cedido organización de partidos a la primera división de El Salvador, lo que implicaría, según manifiestan, que la máxima categoría de fútbol de El Salvador, le de prioridad a sus propios juegos para la cesión de jugadores.
AGM también manifiesta que hizo el intento para convencer a la Fesfut de que no reliazara el choque ante Bonaire, sin embargo, hasta la fecha no ha tenido ninguan respuesta.
«»Nos hemos visto en la imperiosa necesidad de presentar una reclamación ante la Comisión Disciplinaria de la FIFA y una demanda ante el Tribunal Arbitral del Deporte», señala el escrito.