La historia con los cactus de esta pareja comenzó hace cerca de cinco años, cuando María Magdalena Zarceño se embarazó y, ante la necesidad de más ingresos para el hogar, su esposo, Ínmer Isaac Cáceres, decidió vender los cactus que tenían en casa a sus compañeros de la fábrica en la que laboraba.
La venta de la colección de pequeñas plantas con espinas y diversidad de formas dio paso para que los esposos Cáceres Zarceño emprendieran el negocio que ahora llaman Cactus Nova y que los ha posicionado como distribuidores de estas plantas en la zona occidental; ya que además de vender, también poseen un vivero en el que producen más de 50 especies de cactus y suculentas.
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«Nosotros comenzamos adquiriendo cactus como un “hobby”, como nos gustaban las plantitas, no teníamos la idea hasta que por cuestiones de la vida nos tocó comenzar a vender. Gracias a Dios nos ha ido bien, ya tenemos presencia en occidente y en Santa Tecla», comenta la esposa.
Y de vender las plantas que ya tenían, la pareja comenzó a producirlas en un vivero que han instalado en el terreno de su casa, donde también tienen la sala de ventas de cactus y suculentas, en el kilómetro 54 de la carretera antigua que conduce desde Santa Ana hasta San Salvador, en Coatepeque.
Los esposos decidieron poner todo su empeño en el negocio de los cactus, al punto que Ínmer dejó su trabajo en la fábrica para dedicarse al cien por ciento a la producción de las plantas y atender el emprendimiento, al que le han agregado la producción de abono y maceteros para sus clientes.
Han recibido acompañamiento y asesorías con la Comisión Nacional para la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), con lo que han podido hacer crecer su idea de negocios.