El Tesoro de Estados Unidos comenzó el 19 de enero a tomar medidas para evitar el incumplimiento de pago de la deuda del gobierno, mientras el Congreso se encamina a un enfrentamiento entre demócratas y republicanos por el aumento del límite de endeudamiento.
Esas medidas extraordinarias pueden ayudar a reducir la cantidad de deuda pendiente sujeta al límite, actualmente fijado en $31.4 billones, pero el Tesoro advirtió que estas herramientas solo ayudarían por un tiempo limitado, probablemente no más de seis meses.
El Tesoro también dijo que, al inicio de las medidas extraordinarias, recurrirá a recursos de dos fondos para jubilados.
No invertirá completamente una parte del Fondo de discapacidad y jubilación del Servicio Civil (CSRDF), con un período de suspensión de emisión de deuda que durará hasta principios de junio.
Además, detendrá inversiones adicionales de montos acreditados al CSRDF y al Fondo de beneficios de salud para Jubilados del Servicio Postal, dijo Yellen, aunque precisó que los jubilados no se verán afectados por estos movimientos.
El Tesoro comenzará a reducir sus saldos de efectivo y recurrirá a técnicas y herramientas contables para permitir que el gobierno continúe con sus funciones, dijo Mickey Levy, de Berenberg Capital Markets.
Pero la probabilidad de que el gobierno estadounidense deje de pagar su deuda es cercana a cero, opinó.
«Creo que en última instancia (…) habrá un acuerdo para elevar el techo de la deuda, pero de tanto en tanto habrá mucho debate y política rencorosa», señaló Levy a la AFP.
Sin embargo, si las cosas siguen como están, el gasto seguirá aumentando y la deuda seguirá creciendo, dijo, y agregó que gran parte se destina a programas como la seguridad social y el seguro de salud federal Medicare.
«Insto respetuosamente al Congreso a actuar rápidamente para proteger la garantía plena de Estados Unidos», dijo la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, en una carta al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy.
Agregó que existe una «incertidumbre considerable» sobre cuánto tiempo pueden durar las medidas antes de correr el riesgo de default.
«El incumplimiento de las obligaciones del gobierno causaría un daño irreparable a la economía estadounidense, los medios de subsistencia de todos los estadounidenses y la estabilidad financiera mundial», dijo Yellen la semana pasada.
Un default dañaría la credibilidad de Estados Unidos, algo que «nunca debería suceder», advirtió el presidente ejecutivo del JPMorgan Chase, el principal banco del país.
«Nunca debemos cuestionar la solvencia del gobierno de Estados Unidos», declaró Jamie Dimon a la cadena CNBC. «Eso es sacrosanto».