Este martes, durante el programa «Entrevista AM», el ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy, sentenció el final del control de las pandillas en El Salvador que por más de tres décadas mantuvieron en zozobra a la población salvadoreña, y aseguró que, esta vez, es el Gobierno el que dirige al país y no los terroristas «como en administraciones pasadas».
El ministro Monroy destacó la nueva realidad que vive El Salvador debido a las eficientes estrategias de seguridad que han combatido a las estructuras criminales que causaron la muerte de miles de salvadoreños durante los últimos 30 años.

«Hemos logrado llegar al punto culminante de las pandillas, a través de la fase cinco del Plan Control Territorial (…) A la semana de haber iniciado el Plan Control Territorial en la Campanera, la gente ya notaba la diferencia», detalló el ministro de Defensa, que destacó la implementación de los cercos militares en zonas estratégicas de San Salvador.
El ministro de Defensa concluye que el régimen de excepción potenció la efectividad del Plan Control Territorial, ya que de los 312 días sin homicidios registrados durante la administración del presidente Nayib Bukele se contabilizaron 204 dentro de dicho estado.
El funcionario también enfatizó en la efectividad del traslado de 2,000 pandilleros al Centro de Confinamiento delTerrorismo (CECOT), ya que son terroristas de alta peligrosidad que ahora permanecerán «recluidos bajo el máximo régimen de seguridad», además, destacó que «el Centro de Confinamiento para el Terrorismo es la cárcel más grande y segura de América Latina».

El ministro Monroy indicó que los criminales que permanecerán en el CECOT no son presuntos pandilleros, sino terroristas con un nivel de delincuencia comprobada. Esta mega cárcel de máxima seguridad mantendrá alejados a los delincuentes de la población, ya que se encuentra aislado de zonas urbanas.
«Estas personas no fueron obligadas a hacer lo que hicieron, la gran mayoría estaban orgullosos de lo que eran y lo que hacían. A ellos les gustaba mostrar sus señas e intimidar a la población. Hay una gran cantidad de asesinatos cometidos por terroristas sin compasión alguna», explicó Merino Monroy.