Évelyn González tiene 49 años y es la única mujer que ingresó al curso de electricidad del Instituto Salvadoreño de Formación Profesional (Insaforp), en Usulután.
Ella se dedica a la venta de productos varios, pero con el curso encontró la oportunidad de trabajar con una nueva fuente de ingresos.
La mujer comentó que asistió a las instalaciones de la Comisión Municipal de Prevención de la Violencia (CMVP) que imparte los cursos, con el objetivo de estudiar cosmetología, pero al conocer que habían de diferentes rubros ingresó al de electricidad.
«Hay mucha necesidad para la casa y también buscaba llevar un ingreso extra. Venía por un curso de cosmetología, pero cuando me dijeron que había otros, pensé que era una buena oportunidad para aprender», comentó la usuluteca.
En su día a día, Évelyn vende artículos como ropa y lociones en las calles del centro de Usulután. A raíz de la pandemia, Évelyn decidió evitar las aglomeraciones para protegerse del virus, por lo que desde entonces su trabajo como vendedora lo hace en zonas en las que no hay tanto tránsito de personas y en horas de la tarde.
«Llego al mercado tipo 1 o 2 de la tarde cuando ya no hay tanta gente. Trabajo con poca gente y también hago el esfuerzo para venir [al curso]», agregó.
Al participar en el curso, Évelyn busca obtener conocimientos para desempeñarse como electricista, también buenos ingresos económicos y demostrar que las mujeres se pueden dedicar a diferentes oficios si se lo proponen.
«Es algo difícil, cuesta, pero nosotras las mujeres podemos. Me siento contenta de aprender el oficio», dijo. Al finalizar el curso, Insaforp otorgará la licencia que acredita a los participantes como electricistas. De 18 inscritos, Évelyn es la única mujer.