Carlos Cordero / Columna D-signos
A través de la historia, las sociedades se han caracterizado por su sistema jerarquizado, con aristócratas y reyes a la cabeza, seguidos de soldados y comerciantes, finalmente, artesanos, siervos y esclavos, siendo este el esquema predominante en el Mundo Clásico. En este artículo abordaré el tema de la esclavitud en la Grecia del siglo V a. C., exponiendo sus causas, razones para adquirir esta condición y por qué no, hasta ciertos privilegios de estos individuos.
Con respecto a la esclavitud Aristóteles menciona, «el que por una ley natural no se pertenece a sí mismo, sino que, no obstante ser hombre, pertenece a otro, es naturalmente esclavo. Es hombre de otro el que en tanto que hombre se convierte en una propiedad, y como propiedad es un instrumento de uso», es así que este filósofo trata de explicar la condición natural de la esclavitud.
Dos polis constituyeron principalmente el corazón de la cultura griega con modelos de esclavitud particulares, Esparta y Atenas. En el caso de Esparta, su sistema esclavista estaba asociado a las comunidades arcaicas, y en Atenas a las sociedades del mundo clásico.
Según autores como Finley, en la esclavitud de las comunidades arcaicas resaltaba la esclavitud por deudas, que contraía un pobre que no podía pagar su adeudo para con un rico, siendo su fuerza de trabajo un bien y el trabajador, la mercancía y por qué no, una garantía.
También en Esparta estaban los ilotas, quienes poseían ciertos derechos como tener sus propias familias, ocupar la tierra, pero que tenían que servir a sus amos espartanos en las distintas faenas diarias. Los ilotas constituían un grupo social sometido que provenían de otras regiones del Peloponeso y que habían sido conquistadas. En este caso, eran una clase de servidumbre y sus miembros no eran esclavos-mercancías.
Algunos investigadores como Vidal-Naquet, incluso, dicen que los ilotas constituían comunidades políticas y quienes hasta habían servido en el ejército espartano como hoplitas.
Atenas, por su parte, tenía los pelátai o hektemóroi, grupo social que vivía en servidumbre y debían entregar la sexta parte de su cosecha a sus amos y que, de no cumplirlo, se convertirían en esclavos exportables o agogimoi. Esta práctica finalmente fue abolida en el siglo VI a. C. gracias a la reforma del legislador Solón, quien a través de la Seisàchtheia o conjunto de leyes para abolir deudas, repatrió a los atenienses que habían sido vendidos como esclavos y prohibió los horoi o montículos de piedra que señalaban los campos de cultivo con endeudamiento.
Bajo este nuevo panorama, los esclavos-mercancía serían por excelencia los bárbaros o extranjeros, aquellos que estaban desprovistos de derechos políticos del resto de comunidades griegas, los no ciudadanos, quienes serían esclavos, siendo una palabra para designar la condición de esclavitud, doulos.
En la Atenas del siglo V a. C. la esclavitud no será abolida, pero sí humanizada, siendo en este período que destaca el gobierno de Pericles (443 al 429 a. C.) quien, entre otras cosas, formuló leyes en pro del bienestar social, apoyó a los huérfanos producto de las guerras y otorgó salario a los funcionarios públicos.
Pericles buscó mejorar el trato a los esclavos, situación que le valió la crítica de detractores como el Viejo Oligarca, personaje que bajo este pseudónimo en su Constitución de Atenas dice: «Los esclavos y los extranjeros gozan de muchas licencias en Atenas; el pueblo libre no va mejor vestido que los esclavos y no tiene un aspecto más respetable. En Atenas a los esclavos se les permite vivir con lujo y a veces tener gran posición […] los esclavos reciben dinero por sus servicios. Hemos puesto a los esclavos en pie de igualdad social con nuestros libertos».
Platón, por su parte, en La «República» critica la condición de los esclavos atenienses: «una vez que el pueblo ha gustado el vino embriagador de la libertad […] hasta la vida privada es igualmente penetrada de libertad […] Incluso las bestias reclaman igualdad y libertad. Un asno del Ática no se apartará para dejar pasar a un hombre. El colmo de la libertad se alcanza cuando los esclavos […] que han sido comprados en el mercado […] son tan libres como aquellos que los han adquirido».
Estos textos dan la idea de la esclavitud en la Atenas del siglo V a. C. en la que la esclavitud más difundida no era la de tipo agrícola, sino la de los artesanos. Por otra parte, había esclavos quienes tenían el rol de ser garantes del orden público pudiendo, incluso, arrestar a ciudadanos libres; así como había asociaciones benéficas que procuraban la libertad de los oprimidos.
En conclusión, la esclavitud constituyó un elemento importante en la estratificación social del mundo antiguo que involucraba, además de aspectos sociales, intereses económicos, dado que el concepto de la fuerza de trabajo era muy diferente a como se conoce hoy en día. Es así que el esclavo poseía un alto valor como garantía en caso de deuda y como fuerza productiva. A través de la historia, sea bajo la forma de esclavitud o servidumbre, siempre ha existido la relación entre preboste y subordinado. De ahí que Atenas, en su humanización de los esclavos, nunca logró erradicar dicha práctica dado que era necesaria para el sostenimiento de su economía y, por qué no, para preservar la armonía de las ciudades-estado.