Después de un dominante inicio de temporada de Fórmula 1, los pilotos de Ferrari empiezan a ver a la distancia a sus rivales de Red Bull y el domingo lo tendrán difícil para remontar con Charles Leclerc partiendo desde el fondo de la parrilla en el Gran Premio de Canadá.
Fiesta los sábados, resaca los domingos: así resumía Leclerc sus últimos fines de semana.
El monesgasco se apropió de las últimas cuatro ‘pole positions’ pero no convirtió ninguna de ellas en una victoria… Y lo que es peor, Leclerc tuvo que retirarse en dos ocasiones (España y Azerbaiyán) por fallos de motor.
Con el podio que también perdió en Mónaco debido a errores de estrategia, el Mundial se empieza a complicar para la escudería italiana ante la pujanza de los dos pilotos de Red Bull: el neerlandés Max Verstappen, defensor del título, y el mexicano Sergio Pérez.
Leclerc había tenido un fulgurante inicio de año con dos victorias en tres carreras y un segundo puesto, mientras Verstappen atravesaba por problemas mecánicos con su Red Bull.
A finales de abril, tras cuatro Grandes Premios, el monegasco seguía siendo un sólido líder con 27 puntos de ventaja sobre el neerlandés.
Pero con sus tropiezos en las últimas cuatro carreras, los papeles han cambiado: Verstappen es primero con 34 puntos de ventaja sobre Leclerc, degradado a la tercera posición por detrás de ‘Checo’ Pérez.
Ferrari aspiraba a remontar posiciones este fin de semana en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal pero sus problemas mecánicos resurgieron en la previa.
A última hora del viernes Leclerc recibió una penalización de 10 puestos en la parrilla por un cambio en la electrónica de control del motor.