La Fiscalía de Colombia acusó este viernes al exmandatario Álvaro Uribe (2002-2010) de soborno a testigos y fraude, en el primer juicio penal contra un expresidente en la historia del país.
Uribe, del Centro Democrático, es señalado de «ofrecer dinero en efectivo u otras utilidades a seleccionados testigos de hechos delictivos para que faltaran a la verdad», en un caso que lo vincula con grupos paramilitares, según un escrito presentado por el fiscal, Gilberto Villarreal, quien levantó cargos por soborno, soborno a testigos y fraude.
En la reanudación de una audiencia virtual, que inició la semana pasada, el exmandatario insistió en su inocencia y solicitó que el caso fuera anulado.
«No tomé nunca la iniciativa de buscar testigos. Pretendí defender mi reputación» , argumentó Uribe, quien se expone a una pena de entre seis y 12 años.
La jueza Sandra Heredia rechazó este pedido y reconoció como posibles víctimas a un senador, a la exesposa de un paramilitar que relacionó al exgobernante con estos grupos armados y a dos exfiscales.
Considerado uno de los políticos más influyentes en Colombia, Uribe dijo sentir «un impacto en el alma» por ser el primer expresidente en tener que defenderse ante la justicia. También alegó ser víctima de un complot urdido por jueces y «opositores» que usaron «interceptaciones [telefónicas] ilegales» para obtener pruebas en su contra. Durante su mandato, Uribe gozó de una inmensa popularidad por la política de mano dura con la que su Gobierno debilitó las guerrillas. Sin embargo, su imagen se ha visto afectada por múltiples escándalos y procesos judiciales en los últimos años.