Las fuerzas del orden siguen manteniendo operaciones en las zonas rurales del territorio salvadoreño para garantizar que pandilleros no se instalen en campamentos clandestinos y para brindar protección a los ciudadanos que trabajan en actividades agrícolas propias de la temporada, como la recolección de caña.
«Con el fin de prevenir delitos de terroristas en contra del sector agrícola, las fuerzas de seguridad del Gobierno protegen a los trabajadores que cultivan y cortan caña de azúcar y otros cultivos en el país», dio a conocer la Policía Nacional Civil (PNC) sobre el quehacer de su personal.
La institución detalló que equipos integrados por la Policía Rural y fuerzas especiales del Ejército se encargan de efectuar patrullajes de rutina en busca de criminales y para evitar que grupos terroristas o de delincuencia común cometan hechos delictivos en contra de la población.
Según los registros policiales, en el marco del régimen de excepción han sido desarticulados más de 200 campamentos clandestinos ubicados en zonas montañosas donde pandilleros se mantenían escondidos alejados de las ciudades donde eran desarrollados operativos antimaras.
«Donde antes se escondían pandilleros hoy se vive con tranquilidad, gracias a los patrullajes de la Policía Rural. A diario transitamos diferentes caminos para combatir cualquier delito, nuestra Policía Rural patrulla de forma preventiva para que las zonas boscosas no sean utilizadas por delincuentes para ocultarse de la justicia», dio a conocer la PNC.
Las fuentes policiales indicaron que la presencia de policías y soldados ha permitido reducir al mínimo el hurto y robo de ganado, principalmente, en el departamento de Chalatenango donde predominan las zonas del cultivo y ganadería del país.
La Policía aseguró que «las fuerzas de seguridad también garantizan la tranquilidad del sector cafetalero del país durante su jornada», ya que por décadas fue uno de los sectores más afectados por la delincuencia.
En estos casos la denuncia ciudadana ha sido importante para que las autoridades hayan interceptado grupos terroristas a los que se les ha decomisado 2,326 armas de fuego, 2,945 vehículos, más de 15,300 celulares y dinero en efectivo que supera los $1.7 millones. A esto se suman las más de 64,000 capturas.