La autoridad Salvadoreña del Agua (ASA) ejecuta el Programa Nacional de Aprovechamiento de Agua Lluvia, el cual surge como una estrategia para utilizar el recurso hídrico a través de un proyecto con enfoque armonioso con el medioambiente y que permita la biodiversidad.
Jorge Castaneda, presidente de la ASA, explicó a «Diario El Salvador» que esto es parte de las soluciones tecnológicas basadas en la naturaleza, que impulsa el Gobierno del presidente de la república, Nayib Bukele, para garantizar el agua a la población salvadoreña.
De acuerdo con el funcionario, el programa tiene diferentes componentes, que son proyectos, gobernanza, modelo financiero y monitoreo.
«En el componente de proyectos tenemos diferentes escalas que constan de sistemas de colecta de aguas lluvias a nivel domiciliar, escuelas, en industrias, y construcción de reservorios», detalló Castaneda.
Añadió que estos reservorios son multipropósito, ya que son construidos para contener agua, como bebederos para animales, y en otras ocasiones almacenar agua en situaciones de emergencia por incendios.
«Sirven para varias cosas, por ejemplo, tendrán cultivos de peces, se estarán utilizando para bebederos de animales y algo importante es que estos van a servir para cosechar agua en el suelo. El suelo es la esponja natural, es la mejor manera de cosechar agua», afirmó el funcionario.
La ASA también implementa planes y acciones de control de erosión y sedimentación, además de proyectos de sistemas urbanos con drenajes sostenibles. «Es llevar la naturaleza y los servicios ecosistémicos nuevamente a áreas urbanas, a través de biojardines y muros verdes», añadió.
Entre los proyectos a corto plazo está la construcción del primer muro verde en el país. Este estará situado en la avenida Jerusalén, en San Salvador. La ASA prevé que sea construido aproximadamente en un mes.
«Además, hay biozanjas y pequeños estanques que son para áreas urbanas. Esas son las tipologías de proyectos del componente número uno», comentó Castaneda. Otro de los macroproyectos es aprovechar todo el potencial que tiene la laguna de Olomega, situada en la zona oriental del país. Este cuerpo de agua tiene una capacidad inicial de más de 80 millones de metros cúbicos que se pueden almacenar en la laguna.
«Las ventajas es que se pudiera construir un sistema multipropósito que sirva para los agricultores, los pescadores para turismo y muy importante para gestión de riesgo», apuntó el funcionario.
En época de lluvia, el río Grande de San Miguel se inunda frecuentemente, por eso la laguna de Olomega tiene una conexión hidráulica con el río. Con este proyecto se permitiría gestionar las inundaciones derivadas del manto acuífero.
En paralelo, el área domiciliar también está incluida dentro del programa para el aprovechamiento de agua lluvia. Castaneda destaca que van a instalar sistemas de colectas de agua en zonas urbanas, una de ellas será la colonia Guadalupe, en Soyapango; otra en la zona de San Diego, La Libertad; en Metapán y otras serán construidas en escuelas.
Por otra parte, en el componente de gobernanza, la ASA trabajará con socios estratégicos como Plan Trifinio, el Ministerio de Agricultura, los gobiernos locales y personas de la comunidad vinculadas a procesos productivos.
En el componente financiero, los fondos provienen de la compensación ambiental y de la ASA servirán para que estos proyectos se lleven a cabo.
El último componente es el monitoreo. El primero se realizará en La Reina, Chalatenango. Castaneda explica que este será el proyecto piloto. Alrededor de 30 sensores que miden la humedad del suelo serán instalados.
«Se estarán utilizando drones, cámaras térmicas, cámaras multiespectrales. Estaremos utilizando medición de isotopos o agua de deuterio [agua pesada]», agregó.
En esta primera fase serán beneficiadas entre 5,000 y 7,000 personas. Mientras que con «los reservorios que se van a instalar en La Reina se tiene previsto cerca de 100 beneficiarios», señaló el funcionario. Castaneda aseveró que esta es una estrategia de adaptación a los efectos del cambio climático, que mejora la capacidad de respuesta o de resiliencia de la sociedad.