El primer debate presidencial entre el candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, y la candidata demócrata, Kamala Harris, se centró en la economía como el primer tema de conversación. Al entrar al escenario, Harris se acercó a Trump y le ofreció un apretón de manos.
La primera pregunta fue dirigida a Harris, a quien se le cuestionó si creía que la economía estaba mejor que hace cuatro años. La vicepresidenta comenzó con un recuento personal sobre su crianza en la clase media, asegurando que esto la inspiró a crear un plan de «economía de oportunidades».
«Sabemos que las familias jóvenes necesitan apoyo para criar a sus hijos, y tengo la intención de extender un recorte de impuestos para esas familias de $6,000», dijo Harris. La candidata demócrata aprovechó su intervención para atacar el plan de Trump, asegurando que este busca aumentar el precio de los productos básicos y aumentar beneficios a los millonarios.
Trump contestó asegurando que lo dicho por la vicepresidenta «era incorrecto» y comenzó asegurando que aumentaría los aranceles a países como China. «Hemos tenido una economía terrible… Tenemos una inflación que muy pocas personas han visto antes. Probablemente la peor en la historia de nuestra nación».
El tema de la inmigración comenzó con Harris, quien fue cuestionada sobre su trabajo para atender las raíces de la migración irregular. Al preguntarle por qué la administración esperó para imponer restricciones al asilo, Harris comenzó hablando sobre su récord como fiscal, asegurando que es «la única persona en el escenario que ha procesado a organizaciones criminales transnacionales por tráfico de armas, drogas y seres humanos».
El expresidente, además, tomó su tiempo para reiterar un mensaje que ha repetido durante su campaña sobre la llegada de migrantes irregulares a Estados Unidos, a quienes acusa de «quedarse con los trabajos» de los nacidos en el país.
La primera pregunta sobre el acceso al aborto fue para Trump, quien cuestionó por qué los votantes debían confiar en él para abordar ese tema. El expresidente comenzó asegurando, sin pruebas, que los demócratas tienen un «plan para que se pueda abortar después de los nueve meses».
Harris miraba al expresidente con gestos que buscaban expresar su desacuerdo con lo que este decía. Trump, además, reiteró que está de acuerdo con excepciones por violaciones, incesto y la vida de la madre.
Harris fue cuestionada sobre sus cambios de posición en asuntos como la fracturación hidráulica o la inmigración, en la que ha tomado posiciones más fuertes que en el pasado. La vicepresidenta aseguró que «sus valores no han cambiado», y que su posición es «invertir en diversas fuentes de energía para reducir la dependencia del petróleo extranjero», sin responder al asunto de inmigración.
En su respuesta, Trump aseguró que Harris era una «liberal peligrosa». Durante la intervención del expresidente, Harris dijo «eso no es cierto», a lo que Trump respondió «es mi turno de hablar ahora».
Los candidatos se enfrentaron a preguntas sobre la salida de tropas estadounidenses de Afganistán.
«Estuve de acuerdo con la decisión del presidente Biden de retirarse de Afganistán… como resultado, los contribuyentes estadounidenses no están pagando los $300 millones diarios que pagábamos por esa guerra interminable», dijo Harris.
Además, la vicepresidenta cuestionó a Trump por negociar con los talibanes durante su administración. El debate de anoche distó en demasía del pasado entre Biden y Trump, con una Harris muy segura de sí misma. El equipo de campaña incluso pide otro debate.