Hoy por la mañana subió a 13 el número de muertos en la región de Nueva York por las inundaciones repentinas causadas por la tormenta Ida, dijeron las autoridades temprano en una actualización de datos.
La policía señaló que nueve personas murieron en la ciudad de Nueva York, mientras que cuatro perdieron la vida en Elizabeth, en el vecino Nueva Jersey, dijo a la AFP un portavoz de la alcaldía.
Al menos ocho muertes se reportaron en la región de la ciudad de Nueva York y Nueva Jersey, azotadas por las incesantes lluvias de los restos del huracán Ida. El estado de Nueva York declaró el estado de emergencia mientras la tormenta se desplazaba sobre Nueva Inglaterra y amenazaba con más tornados.
La policía en la Ciudad de Nueva York reportó siete muertos, incluido un hombre de 50 años, una mujer de 48 y un niño de dos que se encontraron inconscientes en una vivienda. Su muerte se certificó en el lugar, según la policía. En Nueva Jersey se reportó una muerte.
El agua cubrió el FDR Drive de Nueva York, una importante arteria en el lado oriental de Manhattan, y la avenida Bronx River Parkway el miércoles por la tarde. Algunas vías y estaciones de Metro y se inundaron tanto que la Autoridad Metropolitana de Transportes suspendió todos los servicios. Videos difundidos en internet mostraban a pasajeros del metro en vagones anegados.
Otros videos mostraban vehículos con el agua llegaba hasta las ventanillas en importantes carreteras de la ciudad y alrededores, y basura flotando por las calles.
«Esta noche estamos sufriendo un fenómeno meteorológico histórico, con lluvias récord en toda la ciudad, con inundaciones brutales y condiciones peligrosas en nuestras carreteras», dijo el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, cuando declaró el estado de emergencia en la ciudad el miércoles por la noche.
La gobernadora, Kathy Hochul, declaró el estado de emergencia en el estado de Nueva York.
La ciudad prohibió hasta las 5 de la mañana del jueves, hora local, los desplazamientos para todos los vehículos que no fueran de emergencias.
El Servicio Nacional Meteorológico registró el miércoles por la noche 3,15 pulgadas (8 centímetros) de lluvia en una hora en el Central Park de Nueva York, muy por encima de los 4,93 centímetros (1,94 pulgadas) que cayeron en una hora durante la tormenta tropical Henri la noche del 21 de agosto, y que en su momento se creía era la cifra más alta jamás documentada en el parque.
La tormenta pasó el miércoles por los estados de la costa atlántica central con al menos dos tornados, vendavales y aguaceros que hundieron el tejado de un edificio del Servicio Postal de Estados Unidos en Nueva Jersey y amenazaban con desbordar una presa en Pensilvania.
Publicaciones en medios sociales mostraban casas reducidas a escombros en el sur de un condado del sur Nueva Jersey a las afueras de Filadelfia, cerca de donde el Servicio Nacional de Meteorología confirmó un tornado el miércoles por la noche. Las autoridades no tenían datos de víctimas en un primer momento.
El tejado de un edificio del Servicio Postal en Kearny, Nueva Jersey, se derrumbó cuando había gente en el interior, según el sargento de policía Chris Levchak. Había rescatistas en el lugar, y por el momento no había reportes de heridos.
Al menos una persona murió en el estado después de que su auto quedara sumergido, según el alcalde de Passaic, Héctor Lora.
Cientos de miles de personas se quedaron sin luz en Nueva Jersey y Pensilvania, según compañías eléctricas.
En Rockville, Maryland, se encontró a una persona ahogada y había otra desaparecida después de que el agua llegara casi al techo de los apartamentos inferiores de un edificio, según el jefe de bomberos del condado Montgomery, Scott Goldstein.
Se creía que un tornado había tocado tierra en la Bahía Chesapeake, Maryland.
El Servicio Nacional de Meteorología había previsto inundaciones por los restos del huracán Ida y señaló que los terrenos empinados e incluso calles urbanas eran especialmente vulnerables en una región que llegaba a Massachusetts, donde se emitieron alertas por tornado el jueves de madrugada.
La zona sufrió el impacto de la tormenta tropical Henri hace poco más de una semana, lo que provocó inundaciones y dejó la región saturada y más vulnerable a los chaparrones de esta semana.
Por su parte, la tormenta tropical Larry se fortalecía y avanzaba deprisa hacia el oeste tras formarse el miércoles cerca de África. Los meteorólogos esperaban que ganara fuerza con rapidez de forma similar a Ida, y se convirtiera en un gran huracán con vientos de hasta 193 kilómetros (120 millas) por hora para el sábado.