Contradicciones del fútbol o como usted lo quiera ver. Nicolás Nicolás Muñoz, delantero panameño salvadoreño, que tiene 291 goles en El Salvador y que está a tres de igualar hondureño Williams Reyes, mandó el balón a su arco al minuto 39 y posibilitó que Jocoro se fuera arriba en la pizarra por 1-0, pizarra que perduró hasta el final.
Yubini Salamanca fue al cobro de un tiro libre y el canalero se vio envuelto en el infortunio de que el balón se fuera a las redes, tras querer rechazar el balón. Golpe fuerte en lo anímico para Muñoz y para los emplumados.
Muñoz, que tantas veces ha mandado el balón a las redes del arco rival, ayer tuvo que ver cómo el balón se metía en el arco de su equipo, luego de un intento de desvío con toque de cabeza. Ahora, no había grito de gol ni festejo, solo un lamento, porque los de casa estaban arriba en la ida de semifinales.
Al fondo, un hincha de Jocoro, en el medio tiempo hizo mofa del yerro del atacante panameño salvadoreño, con otro aficionado de los fogones. «Qué golazo metió ese Nicolás Muñoz, vos» dijo el hincha con una dosis de ironía.
Águila se complicó así en su visita a Tierra de Fuego y ahora tendrá que intentar revertir esa derrota en la vuelta de semifinales, este domingo, en el estadio Juan Francisco Barraza, de San Miguel.
Por otra parte, con su caída ante Jocoro, se testifica que el invicto del timonel argentino Ernesto Corti llegó a su final en la presentación décimo tercera con los migueleños.
Esa imbatibilidad con Corti se termina en un momento decisivo, en semifinales, en una instancia en la que con un solo parpadeo todo puede terminar en saldo adverso.
Incómodo
Jocoro no fue hueso fácil de roer para Águila. Estaba en casa y debía ganar créditos ante su gente, sobre todo en una serie de semifinales en la que la ventaja deportiva, por mejor posición en fase regular, quedó en el pasado.
Jocoro salió respondón, insurrecto ante un Águila que no dejó de tomar sus recaudos en zaga, que ahora es su mejor carta de presentación con el colombiano Andrés Quejada y el nacional, Ronald Rodríguez.
Yubini Salamanca puso toda su experiencia a las órdenes de su equipo. Cuando lo tuvo que hacer, marcó los tiempos en media cancha, para que en la mayoría de llegadas de los locales, el balón pasara por sus botines.
Luego, el hondureño Ovidio Lanza puso a trabajar a la zaga de los migueleños por todo el sector de ataque. En la táctica fija, la sombra del catracho siempre fue Quejada, que no tenía que ir, si es posible, a comprobar su respiración.
Pero Jocoro iba a tener recompensa a su esfuerzo al 39. Para solidificar sus argumentos ofensivos, tenía que ser en una jugada en la que interviniera su mejor jugador en cancha, Salamanca. El volante cobró un tiro libre. En el trayecto del balón, Nicolás Muñoz, delantero de los emplumados, quiso rechazar, pero lo mandó adentro del arco de Benji Villalobos, para el 1-0, que encendió a la hinchada jocoreña.
Para el complemento, Águila fue a buscar el emparejamiento de la cuenta con Gerson Mayén y Yan Maciel, pero Jocoro nunca se desenchufó en el juego, para poder contener toda la propuesta ofensiva de los visitantes.
En cuestiones de recambio, Ernesto Corti, timonel de Águila, mandó a trabajar al brasileño Marlon Da Silva, para no cargarle todo a Muñoz
Pero el local defendió con uñas y dientes su gol. Pero el mejor argumento en defensa para los de casa fue el portero de los jocoreños, Felipe Amaya. Estuvo en todas, para tapar de todo.
El gol
Minuto 39, autogol de Nicolás Muñoz, 1-0 Jocoro
Desde las gradas
Los entrenadores respectivos de Águila y Jocoro, Ernesto Corti y Carlos Romero, estuvieron desde las gradas en el Complejo de Tierra de Fuego, en la ida de semifinales del Apertura 2020. El primero no ha completado toda la documentación ante la liga de privilegio y el segundo fue sancionado por seis meses, por haber sido incluido en la trifulca del juego ante Marte, por la última fecha de la segunda ronda.
800 boletos puso a la venta la dirigencia de Jocoro para el juego de ida de semifinales, contra Águila. Ese dato fue confirmado por el gerente del equipo fogonero, Bertín Ferrara.