La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, llegó este domingo a la capital de Guatemala en una misión para enfrentar las causas que provocan la migración ilegal desde Centroamérica a su país y para abordar la lucha contra la corrupción.
El avión de Harris arribó a las 18H18 (00H18 GMT) a la base de la Fuerza Aérea Guatemalteca (FAG), en el sur de Ciudad de Guatemala.
Vistiendo traje oscuro y mascarilla, la vicepresidenta fue recibida por el canciller de Guatemala, Pedro Brolo, y el embajador de Estados Unidos en el país, William Popp.
Harris llegó con unas dos horas de retraso a la capital guatemalteca, luego de que el avión en el que viajaba tuviera que dar media vuelta por problemas técnicos, minutos después de despegar.
La vicepresidenta retomó su viaje en un nuevo aparato.
«Estoy bien, estoy bien», aseguró Harris tras su breve retorno a Estados Unidos. «Todos rezamos un poco, pero estamos bien».
Antes de iniciar el periplo, que también la llevara a México, la vicepresidenta aseguró que su viaje buscaba «darle a la gente un sentido de esperanza, de que la ayuda está en camino, de que si se quedan, las cosas mejorarán».
Pero mientras las soluciones llegan, migrantes en tránsito por Guatemala aseguraron que su meta sigue siendo llegar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida.
Harris se reunirá el lunes con el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, actualmente cuestionado por su falta de compromiso en el combate contra la corrupción.
El encuentro tendrá lugar en un ambiente tenso por críticas a jueces y fiscales independientes, un tema que preocupa a Washington.
Uno de los casos es el hostigamiento que ha denunciado Juan Francisco Sandoval, jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI).
«Guatemala está sufriendo una regresión acelerada en el campo de los derechos humanos. Se ha instaurado un clima de persecución contra los disidentes (…), lo cual recuerda a las dictaduras militares que creímos haber erradicado a finales del siglo XX», señaló el ombudsman guatemalteco Jordán Rodas.
Rodas, quien pidió a Harris presionar a Giammattei, aseguró que las «condiciones» descritas hacen «imposible esperar progresos reales en la lucha contra la corrupción y remover las raíces que causan las migraciones irregulares».
Sobre el tema, Harris ha asegurado que buscará «conversaciones muy francas y honestas» en Guatemala sobre la lucha contra la corrupción, el crimen y la violencia.
Un pequeño grupo de manifestantes, vinculados a grupos de derecha y militares retirados, simpatizantes del expresidente Donald Trump, rechazó la llegada de Harris fuera de la FAG al acusarla de «marxista» y de querer manipular al país con sus «políticas de izquierda».