Karen Silva no solo participó en la creación del mural más grande de Sudamérica, sino que también formó parte de una muestra pictórica de artistas nacionales e internacionales en el Museo de la Casa Kingman, que perteneció a Eduardo Kingman, un referente pintor, dibujante, grabador y muralista considerado como uno de los maestros del expresionismo y el indigenismo ecuatoriano del siglo XX.
Junto con ella los salvadoreños Edwin Ayala, Ernesto Martínez y Víctor Zelaya mostraron su trabajo como artistas mediante técnicas diferentes, como el grafito, la acuarela, la tinta china y el acrílico. La exposición se desarrolló del 1.º al 22 de abril. «La temática de la exposición fue el amor a la Pachamama o a la madre tierra, en eso consistía, en exponer temas de concientización», relató Karen.



Karen en el mundo artístico
La joven afirmó que actualmente las técnicas que prefiere desarrollar son la tinta china y la acuarela; aunque en su camino a convertirse en artista aprendió otras como el acrílico, oleo, grafito y los lápices de colores. Entre sus temas preferidos para pintar están la fauna y la flora.
«Me gusta retratar muchos animales, pero también me gusta incorporar figura humana y algunos elementos mágicos, astrales y cosas surrealistas», indicó.
Karen conoció el amor por la pintura hace un par de años y se especializó luego de estar cuatro años estudiando en el Centro Nacional de Artes.

«Dibujaba desde mis 11 años, pero la pintura como tal la inicié a mis 22 años, aunque me mantuve alejada del arte porque estaba enfocada en formarme profesionalmente con mi carrera. Soy licenciada en Mercadotecnia y Publicidad, tengo una especialización en Diseño Gráfico. Cuando estaba por finalizar mi carrera, regresé al arte y desde entonces he estado activa», explicó.
Entrar el mundo de las artes para Karen es un reto, ya que son pocas mujeres que resaltan en la creación de murales.
«Yo no me considero muralista, me considero una artista que está preparándose, pero el hecho de que la mujer se interese por crear murales es muy importante. Es un trabajo muy pesado. La primera fase es albañilería. Hay que estar pendiente de la mezcla, el cemento; son muchas cosas y son jornadas extremas, pero cada vez tratamos de ganar más terreno», concluyó.