Muchas cosas pueden cambiar con el paso de los años. Pero, lo que nunca muere es la pasión por la música. Ese es el caso de Óscar Olano, músico y cantante de la «Época Dorada» de la música salvadoreña, quien ahora ha lanzado su obra autobiográfica titulada «La Banda Sonora de mi vida».
El libro es una recopilación de las memorias de su infancia, pero, sobre todo, de su época como músico y cantante de varias de las bandas que revolucionaron la música salvadoreña y que fomentaron la tradición artística que existe en El Salvador, sirviendo de inspiraciones para muchas generaciones posteriores.

«Esta idea comenzó a germinar en mi cabeza hace unos 10 años. No tenía idea cómo iba a formarlo y comencé a escribir lo que se me venía a la cabeza, recordando un poco de mi vida privada, siempre relacionada a la música y también de los grupos en los que he estado y otras vivencias», dijo Olano en entrevista con Diario El Salvador.
Sobre el nombre de la obra, Olano explicó que se trata de un juego de palabras para señalar las experiencias vividas por un alma rockera, un espíritu de artista y un corazón de músico, el cual sigue latiendo fuertemente por la pasión por el arte de las melodías y los sonidos.

«El nombre es un juego de palabras aludiendo a la banda sonora, que en inglés es “soundtrack”. Son memorias de una vida de música y, también, es un juego de palabras porque, al principio del cine, las películas se filmaban en celuloide y tenían una banda a los lados donde estaba todo el audio y el sonido de la película. Eso ha sido mi vida: toda una película», detalló.
Olano ha sido vocalista y parte de grandes bandas salvadoreñas, tales como «Los Hollyboys», «Los Intocables», «Macho», «Fiebre Amarilla», entre otros. Además, formó parte de Tilo Paiz y su banda, logrando plasmar su nombre en el ámbito internacional.

De igual forma, Olano también trazó una carrera como solista, motivo por el cual ha vivido muchos años en Suiza y otras localidades de Europa. Sin embargo, ahora ha regresado a El Salvador, tras una ausencia de 8 años desde la última vez, y lo hace con el propósito de contar su historia, la cual puede servir de inspiración para músicos de nuevas generaciones.
«En el libro cuento cómo empecé con la música. Mi padre tocaba guitarra, mi madre planchaba las camisas y, cuando mi padre tocaba, cantaban los dos. A mis 3 años comencé a querer cantar, claro, con mi lenguaje infantil, pero desde entonces mostraba amor por la música. Así fue como empezó toda esta historia llena de música y de muchas anécdotas», narró.

«Hay mucho talento joven en El Salvador. A ellos, yo les diría que, si de verdad aman la música, no renuncien. Les animaría a esforzarse, a prepararse. Yo comencé siendo un músico empírico, pero, poco a poco, fui preparándome para ser mejor en lo que amo, que es la música. De eso se trata la vida, de estar en lo que amamos y de prepararnos para hacerlo de la mejor manera», añadió.
