La COVID-19 afectará por segundo año consecutivo a los premios Nobel, impedirá los habituales fastos de las ceremonias y el viaje en diciembre a Estocolmo de los galardonados en ciencias y literatura. En cuanto al Premio Nobel de la Paz, que se otorga en Oslo, la posibilidad de su entrega en la capital noruega «continúa abierta» y se tomará una decisión al respecto a mediados de octubre, informó la Fundación Nobel, organizadora de los célebres premios.
Los laureados se anuncian a comienzos de octubre, pero las recompensas se suelen entregar en ambas capitales escandinavas el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su creador, Alfred Nobel (1833-1896), inventor de la dinamita. «Creo que todo el mundo quiere que la pandemia de la COVID-19 quede atrás, pero aún no hemos llegado a ello», justifica Vidar Helgesen, director ejecutivo de la fundación y destacó la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia y los desplazamientos internacionales.
El icónico gran banquete en el ayuntamiento de Estocolmo tampoco tendrá lugar esta vez. El año pasado ya había sido anulado, por primera vez desde un boicot al embajador soviético tras la represión en Budapest, en 1956.
Aunque sin los premiados, habrá una pequeña ceremonia en la capital sueca, probablemente ante un público local, anunció la fundación. En cuanto a las tradicionales conferencias de prensa de los laureados, serán emitidas «on line».
Los Nobel, que este año celebran su 120.º aniversario desde su primera edición en 1901, serán anunciados entre el 4 y el 11 de octubre. Como dicta el protocolo, el de medicina inaugurará el baile el lunes, seguido del de física al día siguiente, y el de química el miércoles.
Luego, los de literatura y de la paz se anunciarán jueves y viernes, respectivamente, y cerrará la temporada el de creación más reciente, el de economía.
UNA HISTORIA AGITADA
Guerras, galardonados en prisión, incidentes diplomáticos… Los premios creados por Alfred Nobel, que estuvieron a punto de no existir por disputas sobre su herencia, tienen una extensa historia de imprevistos e impedimentos. Pero la COVID-19 se convirtió en
destacada protagonista al evitar que los premiados viajaran el año pasado a Estocolmo y Oslo, por primera vez en tiempos de paz desde 1924.
Aquel año, una coyuntura particular, con galardonados enfermos y premios sin asignar —potestad del comité cuando ningún candidato le parece digno— llevó a cancelar las ceremonias en ambas capitales.
¿Cuál es la influencia de la COVID-19 en el palmarés? Si bien los Nobel 2020 fueron atribuidos en plena pandemia, el proceso confidencial de nominación de los candidatos había terminado antes de la eclosión del coronavirus.
Por lo tanto, esta edición será la primera en la que podría atribuirse algún Nobel vinculado a la pandemia. Por ejemplo, el mecanismo COVAX para facilitar el acceso a vacunas por parte de los países de bajos ingresos es citado entre los posibles ganadores del Nobel de la Paz.
El año pasado, el premio de medicina fue concedido a virólogos, pero merced a sus descubrimientos sobre la hepatitis C.
El de la paz fue para el Programa Mundial de Alimentos (PMA), organismo de las Naciones Unidas para la lucha contra el hambre en el mundo, y el de literatura a la poeta estadounidense Louise Glück, que continuó con la tendencia de galardonar a autores considerados injustamente desconocido.