La deuda de los hogares estadounidenses alcanzó un nuevo máximo histórico a fines de 2022, impulsada en parte por un mayor uso de tarjetas de crédito, pero la inflación y las tasas de interés más altas plantean riesgos de incumplimiento en los pagos.
El monto total de esa deuda fue de $16,900 millones de en el cuarto trimestre de 2022, según datos de la rama de la Reserva Federal (Fed, banco central) en Nueva York publicados el jueves.
Eso es $394,000 millones, o 2.4 %, más que en el tercer trimestre, y $2,750 millones más que a fines de 2019, antes de que la pandemia de COVID-19 golpeara a la economía global.
Las compras con tarjetas de crédito en circulación -muy utilizadas en Estados Unidos para todo tipo de compras- ascienden a $986,000 millones.
Las operaciones con créditos de vivienda ascendieron así a $11,920 millones. Pero las fuertes subidas de los tipos de interés para estos préstamos desde principios de 2022, en respuesta a las subidas de las tasas de interés de la Fed para contener la alta inflación, han frenado las nuevas hipotecas, «tras dos años de volúmenes históricamente altos».