«Teatro Musical». Dos palabras que encierran todo un universo de infinitas posibilidades, que representan una de las grandes disciplinas del arte. Pero, también, dos palabras que le dan sentido a la vida de un grupo de jóvenes salvadoreños que han encontrado en ellas un rumbo y un destino, una familia y un hogar, un motivo para seguir viviendo.
Ese grupo de jóvenes son los artistas miembros del colectivo «La Octava», la primera academia de teatro musical en El Salvador y uno de los máximos exponentes del arte salvadoreño en tres de sus disciplinas: canto, baile y actuación. Además, son una institución que continúa trabajando en la preparación y montaje escénico de diferentes obras para impulsar el talento artístico del país.
Diario El Salvador conversó con Iván López (IL) y Florence Umaña (FU), dos artistas salvadoreños que forman parte de La Octava y quienes hablaron de su pasión por el teatro musical, del trabajo del colectivo y de cómo el arte se volvió su estilo de vida y la pasión que enciende la llama de la existencia en sus almas y corazones.

¿Qué es La Octava?
IL: La Octava es un colectivo musical y nos enfocamos en recibir personas que estén interesadas en formarse en la disciplina del teatro musical, pero, también, nos gusta acompañarlos en los proyectos en los que se van involucrando en el camino. Por eso nos denominamos como colectivo.
Pero, ¿a qué nos referimos con teatro musical?
FU: Son tres disciplinas las que se combinan: canto, baile y actuación. Esto mezcla las tres disciplinas y eso lo complejo del teatro musical, porque hay que mantener todo al 100 %. De pronto, vemos números musicales que son súper bailables, pero también incluyen una gran parte de actuación y de destreza musical.

¿Cómo nace La Octava?
IL: Todo empezó en octubre de 2019. Este año 2024 cumplimos cinco años. Surgió por la necesidad de espacios de formación. Nacimos como un grupo de amigos que nos gustaba el teatro musical y que estábamos interesados en autogestionar nuestra formación. Esto nos dio espacio a poder ir recibiendo clases, las cuales gestionábamos por nuestros propios medios, pero también tuvimos interés de personas externas por estas clases. Fue así como hace poco más de dos años iniciamos la academia, al principio solo clases de canto, pero el año pasado abrimos por completo el programa de teatro musical.
¿En qué consiste este programa de teatro musical?
IL: Los requisitos son más motivacionales. Lo que buscamos es poder dar un primer acercamiento a las personas a esta disciplina. No se necesita experiencia. Puede llegar cualquier persona de cero, obviamente sabiendo todo el tiempo que tomará el aprendizaje y tener la disposición de aprender. Tienen que ser mayores de 16 años. No tenemos límite de edad máximo. Tenemos un margen bastante amplio en cuanto a edades.

Como disciplina, el Teatro Musical ha sido todo un camino de aprendizaje. ¿Cómo ha sido su experiencia en este camino?
FU: En lo personal, todos los que hemos estado en La Octava desde el principio hemos pasado por todo un proceso para irnos deconstruyendo y reaprendiendo cosas y desaprendiendo cosas también. En mi caso, tenía la idea errónea de que, si uno no trae cierta facilidad para el canto, es mejor no meterse a clases. No podía estar más lejos de la verdad. He visto cómo personas que nunca han tenido un acercamiento con el arte en general han ido desarrollándose y ahora tienen oído musical, más repertorio, mejor criterio y cierta facilidad. Ahí es donde hacen su trabajo espacios como La Octava, formando personas que estén más seguras de su talento y que eso les permita disfrutar mejor del teatro musical. Eso me llena de satisfacción.
¿Es difícil para artistas con alguna experiencia el involucrarse en el teatro musical?
IL: Creo que es algo de la naturaleza del artista del teatro musical salvadoreño. Si venimos con experiencia, es de alguna de las tres ramas. Nosotros empezamos como artistas más enfocados en la disciplina del canto y la música y tuvimos que pasar por un proceso de formación en actuación y baile, lo que cambia el paradigma como artistas. Incluso, cuando traes experiencia en alguna disciplina, el teatro musical de obliga a exponerte a géneros diferentes a los que traes. Por ejemplo, gente que viene de bailar géneros urbanos o latinos, el teatro musical te lleva a aprender jazz.
FU: En mi caso, estaba más acostumbrada a la Escuela Clásica, ha sido difícil salirse de ese molde porque la técnica lírica y la ópera son rígidas, pero el teatro musical es más libre. Eso hace que esta rama desafíe nuestros límites y nos permite jugar con la producción y ser más libres al momento de la puesta en escena.
IL: También hemos tenido casos en La Octava de gente que se ha formado en ballet, como una de nuestras maestras, pero que ha tenido que aprender a incursionar en otras disciplinas. Esa experimentación con otros géneros enriquece a cada artista. El teatro musical es amplio y te lleva a experimentar y aprender.

La Octava es también producción y puestas en escena. ¿Cómo ha sido esa experiencia de producir obras de esta disciplina artística?
IL: Es un reto grande pero enriquecedor. Todo esto te lleva a meter aspectos técnicos y de producción de todas las disciplinas. En un show de baile no te preocupas tanto de los micrófonos o en una cuestión más clásica se trabaja con una iluminación diferente. Todo ese proceso ha sido desafiante y demandante, bien exigente, porque te pone obstáculos que, en un primer momento, no se tenían contemplados. Pero, la producción es clave para la formación del artista. Parte de nuestros fundamentos es que las personas puedan llegar en un momento a poder participar dentro de las tablas para que ellos sepan, en carne propia, lo que implica llevar su talento a una producción frente a público.
Todo esto ha significado un crecimiento total para ustedes como artistas…
FU: Sí, uno aprende mucho enseñando también. En La Octava también hay oportunidades para que las mismas personas del colectivo puedan explorar esos aspectos. Por ejemplo, yo entré en La Octava y hasta ahí comencé a dar clases de canto, algo que ahora disfruto mucho. Otras personas dan dirección de ensamble coral y otras materias, todo lo que representa otras formas de crecer para cada artista.

¿Qué tiene preparado La Octava para este 2024?
FU: Eso aún es sorpresa. Pero estamos trabajando para llevar producciones de primer nivel.
IL: Lo que sí podemos comentar es que vamos a generar más espacios. Tenemos recitales a lo largo del año, los cuales iremos anunciando. En ellos se podrá conocer el trabajo que estamos haciendo en La Octava. Además, estamos trabajando una producción más grande, parecida a Mean Girls o Jesucristo Superestrella, que ya las hemos llevado a escenario.