Once equipos se citarán durante 22 jornadas futboleras en el torneo Clausura 2025, y durante las semanas anteriores han estado preparando sus planteles y a los capitanes que comandarán todas las armadas.
De los 11 entrenadores, solo 3 serán nacionales, uno de los números más bajos en la estadística reciente, por 8 extranjeros, donde Argentina comanda con 5 estrategas, Uruguay con 2 y Perú con 1.
El campeón defensor, 11 Deportivo, estará bajo la tutela de Fabio Larramendi, argentino que ya ha tenido su paso por el fútbol salvadoreño con Metapán y Fuerte San Francisco, y ahora ha recalado en el tanque fronterizo para comandarlo.

Fas buscará su vigésima corona de la mano de un entrenador que conoce la cueva tigrilla a la perfección: Agustín Castillo, peruano con varias décadas radicado en El Salvador y con una larga trayectoria como entrenador.

En Metapán estará Erick Dowson Prado, que llega con el cetro de campeón con 11 Deportivo. Buscará con los jaguares devolverles sus viejas gloras en el fútbol salvadoreño.

La zona central -geográfica- del país tendrá la representación de dos equipos: Alianza y Platense. Los albos estarán bajo la dirección técnica de Ernesto Corti, otro argentino que conoce de sobra el fútbol salvadoreño y donde ya ha conquistado campeonatos con Águila y el desaparecido Santa Tecla.

Platense aspirará a mejorar su papel confiando en el talento local, y apostando por David Hernández como su timonel.

El oriente de El Salvador es el que tendrá mayor representatividad futbolera para este torneo que se avecina: seis equipos se reparten entre los cuatro departamentos de esta zona del país.
Aguila contará con la experiencia de Daniel Messina, gaucho que ya ha tenido su paso por el circuito salvadoreño. Los emplumados están apostando por reforzarse y conquistar una corona más.

Firpo, desde Usulután, ha delegado a Gabriel Álvarez, argentino, para que los comande y lleve a ese equipo de antaño que conquistó el futbol salvadoreño.

En San Miguel se encuentra Dragón, considerado uno de los equipos más antiguos del fútbol salvadoreño, y que llegó a conquistar un campeonato. Ahora han confiado en el uruguayo Pablo Quiñones para regresar a esas glorias.

Otro uruguayo estará en el banquillo de Fuerte San Francisco, Rubén Alonso si bien es uruguayo de nacimiento, tiene más de 25 años de estar en El Salvador, estrechamente ligado al fútbol.

Cacahuatique, equipo ascendido en el torneo anterior, no ha quedado satisfecho con su eliminación en semifinales, y ahora quiere llegar a lo más alto. Daniel Corti, hijo de Ernesto Corti, seguirá en el banco para superar lo hecho en el primer torneo.

Limeño estará esperando a sus rivales en Santa Rosa de Lima, y su entrenador José Manuel Romero demostrará que el talento nacional puede hacer cosas importantes.

Desde el sábado 18 de enero estos entrenadores buscarán jornada a jornada sumar puntos para llegar a lo más alto del fútbol salvadoreño.