Con 15 años, Elianne Andam murió acuchillada cuando iba de camino a su centro de enseñanza secundaria en Londres. Ese 27 de septiembre se registró uno más de los muchos ataques con arma blanca ocurridos últimamente en Reino Unido, que presenta un balance preocupante en este tipo de delitos, con víctimas y autores a menudo muy jóvenes.
Tras la muerte de la joven, en el distrito de Croydon, al sur de la capital, un adolescente de 17 años fue inculpado y será juzgado por asesinato. Los investigadores encontraron en su domicilio un cuchillo de unos treinta centímetros de largo.
Taye Faik, de 16 años, perdió su vida poco después en Edmonton, al norte de Londres, convirtiéndose en el decimocuarto adolescente asesinado con arma blanca en la capital desde comienzos de año.
Su muerte y el eco que tuvo en la opinión pública metió al gobierno británico bajo la presión de tener que actuar con celeridad.
Si la venta de armas de fuego está estrictamente controlada en Reino Unido, algunos menores consiguen dotarse de impresionantes cuchillos «zombie», inspirados en las películas de terror y populares entre las bandas de delincuentes.
Estas armas se pueden comprar a precios asequibles en TikTok o Snapchat, lo que permite evitar las restricciones de edad en Internet.
Entre 2012 y 2022, el número de infracciones cometidas por menores equipados de un arma blanca ascendió en un 19% en Inglaterra y Gales, frente a una subida de un 8% en los adultos en esa década, según el ministerio de Justicia.
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