Los cangrejitos playeros no defraudan. Con nueva demostración de poder, este viernes se ganaron el pase dorado a la final de San Salvador 2023 al vencer a sus similares de Costa Rica 5-2.
En un Complejo Deportivo Flor Blanca vestido casi completo por azul y blanco, los cuscatlecos impusieron su dominio y pusieron a bailar cumbia a los ticos.
El gol que rompió el hielo fue de los cuscatlecos. Emerson Cerna aprovechó un saque de esquina y clavó un golazo de chilena al minuto 10, que levantó a la afición nacional en una sola voz: «¡El Salvador, El Salvador, El Salvador!».
Luego vino el descuento de los ticos, de la mano de Lonis Calero, quien al 6′ mandó un derechazo de tiro libre, y dos minutos después repitió anotación con una chilena.
En este período, hubo un momento especial de tensión en las gradas cuando el réferi pitó un penal a favor de los costarricenses, pero el capitán azul, Eliodoro Portillo, salvó la acción e hizo un tapadón digno de encuadrar.
Sin embargo, al cierre del primer período, Melvin González igualó el marcador tras una asistencia de Portillo, quien se convirtió en figura una vez más.
Para el segundo tiempo, los salvadoreños volvieron a abrir el marcador con solo segundos en el reloj. Una falta en el área del 2 tico le permitió a Jason Urbina igualar el marcador.
Posteriormente, tras un error defensivo de los de la bandera tricolor, Elmer Robles mandó a guardar el esférico sin dejarle espacio de reacción al guardameta Jeaustin Medina.
En el tercer período vino la sentencia para los de Costa Rica y la consagración de los salvadoreños, con la anotación de Heber Ramos.
El camino a la final
La selecta ha hecho vibrar el estadio del Complejo Deportivo Flor Blanca en esta competición y su firma han sido las goleadas. En el primer encuentro, los salvadoreños dieron cátedra a la vinotinto y le marcaron ocho goles, los cuales fueron celebrados a todo pulmón por el país.
Para el segundo partido de la fase de clasificación, los nacionales repitieron hazaña y se impusieron 7-1 a los caribeños de Trinidad y Tobago. Pero esa victoria no era suficiente, los cangrejitos tenían hambre de más.
Fue así que, como sello para su pase a la semifinal, hicieron muestra de su casta y le metieron otros siete goles a sus similares de las Bahamas.