El salón de honor del Ateneo de El Salvador recibió una muestra de la obra de Flor y Nahúm Nuila con la cual se clausuraron las exposiciones que durante el año desarrolló la histórica institución.
«Policromías de la existencia» hizo posible reunir unos 25 cuadros de pequeño y gran formato donde se notan claramente las diferencias estilísticas de los hermanos que ya llevan más de 30 años de carrera.
Cada uno ha expuesto por separado o como parte de colectivos, pero es la primera vez que exponen como dúo y definitivamente cada quien tiene su sello propio.
Flor es la primera en hablar sobre las diferentes expresiones que cada uno utiliza: «Aunque somos hermanos, hemos compartido la vida, nos hemos acompañado, porque nuestros padres ya no están y dos hermanos tampoco, hacemos una dualidad perfecta entre nosotros, pero a la hora de pintar somos totalmente diferentes».
Ella recurre al impresionismo y estallidos de color al pintar flores, animales, campos, seres mágicos o personas.
«Mi pintura es cincuenta por ciento poesía, en cuanto a la expresión y la forma, y cincuenta por ciento color y plástica. Realmente filósofo y hago mi poesía antes de pintar para poder proyectar», añade.
En la exposición hubo incluso dos poemas enmarcados que sirvieron luego para crear coloridas obras.
«En mi río azul yo te vi, ibas tan bella, tan blanca. Ese era mi río, mi sueño», dice un fragmento de uno de los poemas, el cual dio vida al cuadro «Turquesas, río azul», que Flor pintó con técnica mixta.
Nahúm, en palabras de su hermana, es «humanismo y seriedad».
«Nuestras temáticas son totalmente diferentes, o sea, los símbolos que nosotros tenemos son diferentes, aunque las técnicas no (…) Mi pintura es poesía, alegría, y lo de Nahúm es humanismo y seriedad. Entonces, dentro de esos parámetros es bien interesante ver toda la línea de la imagen. Nosotros nos parecemos en algunas cosas, pero en la pintura no», destaca Flor.
Nahúm es consciente de que comparte sangre con su hermana y que en el ambiente artístico son colegas.
«Como dice mi hermana, la diferencia que hay en el enfoque poético, incluso lo que proyecta en contenido, es bien diferente al discurso mío que es humanismo, adonde entran situaciones del ser humano, de sus vivencias, que tienen que ver con diferentes ámbitos como político, social, psicológico, existencial. Todos los aspectos que tienen que ver con el ser humano, la lucha de la vida, también cuestiones sociológicas. Es la ideología que el artista desea expresar desde su óptica personal. Entonces, es el humanismo expresado a través de la obra», comparte él.
En «Policromías de la existencia» hubo cuadros que ya se han mostrado en otras exposiciones dentro del país o en el extranjero, así como creaciones recientes.
Flor presentó uno que mereció premio en México titulado «Té para la armonía». La embajada de China en ese país invitó a artistas a crear obras inspiradas en la ceremonia del té y Flor obtuvo la distinción.
«Algunos (cuadros) son recientes, algunos han viajado a otros países. Hay uno que estuvo en la Bienal de Florencia, otro en el Salón del Arte en París el año pasado y otro que expuse en Decor Art Gallery, de Nueva York. Los he expuesto a nivel internacional y los recopilé para la exposición», expresa Nahúm.
El presidente del Ateneo, José Manuel Bonilla, y Carmen del Valle, la tesorera, agradecieron a los hermanos por la exposición.
«Los invitamos a ellos por muchas razones. Una es la trayectoria, estilo y técnica de Nahúm y Flor, que es de incalculable dimensiones. Los conocemos hace mucho tiempo en su trayectoria dentro de las artes plásticas», dijo Bonilla.
Sobre Flor indicó que en su institución siempre se ha valorado el rol de las mujeres por lo que siempre tendrán espacio para mostrar sus dotes en cualquiera de las ramas del arte.
Bonilla expuso que su institución posee cinco grandes pilares: filosofía, arte, letras, las ciencias y la cultura, por supuesto las muestras pictóricas siempre se han realizado.
«En el Ateneo se valoran las expresiones artísticas y a los artistas», agregó el presidente del Ateneo.