Lúcida, con un rostro que no aparenta su edad, alegre y con un aura de tranquilidad, dijo con soltura: «Tengo 100 años y mi nombre es Jesús Delgado». Ella es mejor conocida como Mamá Chus, como la llaman sus hijos y demás familia, quien reside en la ciudad de San Rafael Obrajuelo, en La Paz Este, y que recientemente fue agasajada con una fiesta por su centenario.
Tiene algunas dificultades para movilizarse y generalmente usa una silla de ruedas, pero aparte de eso expresó que se siente muy bien, que come normalmente, aunque en pocas cantidades, y que vive contenta.
Tuvo 18 hijos y sobrevivieron 13. Su vida la dedicó al comercio informal y a la costura en casa, por lo que estas actividades la ayudaron a sacar adelante a sus descendientes, quienes ahora la honran.
«He trabajado de lo que ha habido lugar, yo viajaba a San Salvador, negociaba, compraba animales, limones, yo compraba de lo que miraba que se vendía. Yo sola aprendí de costura y me compré una máquina de coser y luego no alcanzaba a hacer tanto corte», narra la centenaria.
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«No he sido muy apresurada, fijada en las cosas, dejo las cosas al tiempo, no he sido muy preocupada. Me he preocupado solo por trabajar, darles de comer a mis hijos, nada más», añadió la mujer.
Desde hace 20 años su familia no ha dejado de celebrarle el cumpleaños, y en sus 100 hubo una misa, pastel y el encuentro de la mayoría de los hijos, nietos, familia y amigos, según Concepción de María Guillén Delgado, de 55 años, la última de sus hijas. «Le hemos celebrado sus 100 años, y para nosotros es un gozo, una alegría y un privilegio poder estar con ella.
«Mamá Chus ha sido una buena hija, una abnegada esposa, maravillosa madre, una excelente abuela, suegra, hermana, siempre se ha portado bien con todos», expresó orgullosa de su madre.
La mayoría de sus hijos residen en el extranjero; sin embargo, viajan para estar con ella y proveen lo necesario para que Mamá Chus tenga las mejores condiciones.
Concepción estará con ella por un año, pues dice que quiere disfrutarla lo más que pueda, cuidarla, atenderla y aprovechar al máximo el tiempo juntas.