Desde hace más de 40 años, José Manuel Aldana Romero, un agricultor del caserío El Tamarindo, del cantón El Jute, en Texistepeque (Santa Ana), produce en su parcela cacahuate o maní, un cultivo no tradicional con el que ha subsistido y llevado el sustento a su familia en todo ese tiempo.
El productor señala que la producción de esta leguminosa ha sido sostenible y ahora ha mejorado gracias al acompañamiento y la asistencia técnica del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (Centa), por medio de la agencia de extensión en Texistepeque.
De acuerdo con Aldana, el acompañamiento que ha recibido del extensionista del Centa le ha permitido mejorar la producción, la cual vende en el mercado y a la que le da un valor agregado para preparar maní de diferente variedad, con chile incluido, que vende en la comunidad y sus alrededores.
«La semilla que ocupo es criolla, y en una manzana obtengo un rendimiento entre 35 y 37 quintales de maní en oro. Lo vendo a $100 el quintal; además, le doy un valor agregado al preparar maní dulce, salado y con chile», manifiesta el productor.
Asegura que el cultivo del cacahuate es abundante y que la cosecha la saca en menos de cuatro meses.
«Tengo años de cultivar la semilla criolla y me deja una ganancia estimada de $3,500 por manzana, pues toda la cosecha le doy valor agregado y a veces compro más grano para seguir subsistiendo en el mercado», aseguró el productor de cacahuate.
Aldana es parte del medio centenar de agricultores que se dedican a la siembra de cacahuate en el caserío, reconocido por la producción de este cultivo no tradicional, cuyo ciclo productivo es de 98 días, tiempo que tarda la cosecha.
Explicó que una vez que el fruto está listo, se arranca la planta y se dejan en manojos al sol durante ocho días; luego se cubren con plásticos para el secado final. Pasado este proceso, se procede al despepitado del fruto, el cual se comercializa en grano oro.
Para los productores, como Aldana y el resto del cantón, el maní ha sido su cultivo principal, su patrimonio, ya que por años han mantenido la tradición familiar de cultivarlo.