Desde el 26 de marzo hasta el 8 de mayo, bajo el régimen de excepción, policías y soldados, además de detener a miles de pandilleros les han decomisado grandes cantidades de droga de diversos tipos, entre ellos cocaína, crack, metanfetamina y marihuana.
De acuerdo a los datos del Gabinete de Seguridad, desde que inició el régimen de excepción, 20,523.7 unidades de droga han sido incautadas a las estructuras delictivas. De dicho total, 4,330 unidades corresponden a cocaína y 1,686 porciones son crack.
Además, las autoridades han confiscado a las pandillas 14,410 unidades de marihuana y 4 porciones de metanfetaminas.
«Si analizamos cómo se comportan las pandillas en Estados Unidos, vemos que su negocio principal es la venta de droga. Acá en el país, el narcomenudeo lo que refleja esa cifra es que mayoritariamente estas estructuras lo que más vendían era marihuana, pero la actividad de narcomenudeo es algo de la esencia de las pandillas y es por eso que se pelean territorio», afirmó el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro.

El funcionario añadió que las pandillas en El Salvador quisieron replicar el origen de las pandillas en Estados Unidos, «yo por eso digo «heat»: homicidios, extorsión, armas y tráfico de droga o personas».
Por muchos años las pandillas en El Salvador han dominado territorios e incluso hubo gobiernos que pactaron a cambio de votos, sin embargo, desde que inició el actual Gobierno tras la puesta en marcha del Plan Control Territorial, el accionar delictivo comenzó a disminuir.
Incluso la implementación del PCT logró que el 2021 finalizara como el año menos violento de las últimas cinco décadas, alcanzando un registró histórico de 1,140 homicidios, lo que representa 15% menos de casos reportados en el 2020, que cerró con 1,341. Además, hasta ahora, el mes de abril del 2022 fue el mes más seguro en la historia de El Salvador.
Las autoridades han reiterado en varias ocasiones que la lucha contra las pandillas no es fácil. Su accionar se ha manifestado en escaladas de homicidios como sucedió el pasado 25 y 26 de abril cuando se registraron más de 70 homicidios.
Tras el alto número de crímenes, el presidente de la República Nayib Bukele, solicitó a la Asamblea Legislativa decretar estado de excepción por 30 días y al finalizar este periodo se amplió por otra duración igual.
Durante este periodo, policías y soldados ya lograron poner tras las rejas a más de 28,000 terroristas, de los cuales, aproximadamente 17,000 ya guardan prisión en penales de máxima seguridad tras ser enviados a prisión preventiva por diversos jueces. Los imputados deberán esperar, al menos, seis meses mientras continúan las investigaciones en su contra.
«No ha sido fácil, tenemos la presión, pero el apoyo y la voluntad de los salvadoreños y de soldados y policías nos motiva. Día a día nos levantamos con el ánimo de seguir limpiando nuestras comunidades que han estado amedrentadas por más de 30 años de ese cáncer, esperando el llamado de las denuncias ciudadanas», dijo Villatoro.
El funcionario reiteró que han estado impactado a diario «el quehacer de estas estructuras que tienen como base a su cultura de muerte, como lo ha dicho el presidente Nayib Bukele esta lucha que estamos realizando en contra de las pandillas es una lucha entre el bien y mal. Ellos adoran a la muerte y nosotros a Dios».