Cuatro menores de edad, de cinco meses; tres, cinco y siete años, fueron asesinados por sicarios el lunes en un domicilio en la cooperativa Guayas y Quil, en el barrio Guasmo Sur, en Guayaquil, Ecuador.
Las víctimas mortales son tres niñas y un niño de una misma familia, quienes recibieron varios impactos de bala. La madre, de 24 años, se encuentra con «un pronóstico reservado en el hospital» y el padre está estable, detalló este martes el comandante de la zona 8 de Guayaquil, Víctor Herrera Leiva. La Fiscalía de Ecuador ordenó abrir una investigación de la masacre.
El tiroteo ocurrió entre las 9 y 10 de la noche. Testigos y fuentes policiales citados por los periódicos locales, indican que un grupo de personas a bordo de vehículos se estacionaron afuera de la vivienda y dispararon hacia las ventanas de la propiedad.
Agentes también señalan la hipótesis de que fue un «error» de los sicarios atacar a esta familia, debido a que ninguno de los progenitores tienen antecedentes penales.
Leiva aseguró este martes que «el evento violento no iba dirigido a la familia», sino a una vivienda cerca a esta.
«Se hizo una verificación y se allanó el domicilio, donde se encontró 40 mechas que se utilizan para realizar atentados con explosivos. Estamos trabajando con varias pericias técnicas y en el transcurso del día esperamos tener resultados», dijo.
«Si hacemos una evaluación de todo este año en el número de víctimas de eventos colaterales, entre ellas personas de la tercera edad, mujeres embarazadas y niños, necesitamos cambios en las leyes», señaló.
El boletín del primer semestre del año del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO) reveló que Guayaquil, Durán y Samborondón acumularon el 35.65 % de los 3,599 homicidios que ocurrieron de enero a junio, con una tasa de 40.8 por cada 100 mil habitantes, duplicando a la tasa semestral de Venezuela, el país más violento de Sudamérica en 2022.