Por primera vez en 36 años, Países Bajos alberga un Gran Premio de Fórmula 1, de viernes a domingo, pero el héroe nacional y su armada naranja de aficionados no dispensarán un cálido recibimiento a Lewis Hamilton.
El regreso de la F1 al circuito costero de Zandvoort, cuyo nombre está ligado a la historia del automovilismo con treinta Grandes Premios entre 1952 y 1985, iba a producirse en 2020, pero a causa del covid-19 sólo podía desarrollarse a puerta cerrada.
Una posibilidad descartada de raíz por los organizadores ante la inédita popularidad del Mundial en el país merced a las actuaciones de Verstappen, el ganador más joven de la historia de un GP en 2016.
La cita fue pues postergada, pero un año después serán finalmente sólo 70.000 espectadores los que asistirán cada día, lo que supone el 67% de la capacidad del circuito (105.000 personas).
A falta de un lleno en las gradas, la expectación es máxima sobre el asfalto, ya que por primera vez, Verstappen es un candidato con opciones reales al título mundial ante el séptuple campeón del mundo Hamilton.
Después de doce Grandes Premios disputados y su ‘victoria’ en una carrera reducida a dos vueltas detrás del coche de seguridad en Bélgica el domingo pasado, el prodigio de Red Bull está tres puntos de su rival de Mercedes, con diez carreras aún por disputarse.
Verstappen afronta su cita en casa con una doble ventaja: pilotar en un circuito que conoce mejor que la mayoría de la parrilla, y ante un público que ya se hizo notar en Bélgica, Austria, Hungría o Alemania estos últimos años y que destaca por ser de los más coloridos y ruidosos.
‘Old school’
«Sólo corrí una vez en Zandvoort en un Fórmula 3 y en aquel entonces era sólo el ‘hijo de’ Jos Verstappen», expiloto de F1, recuerda el neerlandés. «Esta vez será diferente», sentencia.
«Desde entonces la pista ha cambiado y algunas curvas fueron modificadas», recuerda. «Hice algunas demostraciones aquí con Red Bull en antiguos F1, y di unas cuantas vueltas en la nueva pista, lo que podría ser de ayuda al principio».
Como muchos trazados ‘old school’ (de la vieja escuela), como lo califica Verstappen, el circuito de Zandvoort (4,259 km, 14 curvas, de las que dos, la N.3 y la N.14, son particularmente inclinadas), construido sobre dunas de arena, es bastante estrecho.
«Será quizá un poco difícil adelantar», estima el piloto de Red Bull. «Creo que las vueltas clasificatorias serán muy rápidas, así que el menor error puede ser extremadamente costoso».
Otra clave del fin de semana, «este trazado es nuevo para todo el mundo, así que el nivel de la actuación de cada uno es un poco un interrogante y quizá habrá sorpresas, nunca se sabe», concluye el piloto local.
Mugello, Imola, Estambul, Sakhir… Desde el año pasado, los cambios debidos a la pandemia de coronavirus han hecho aparecer o regresar varios circuitos en el calendario de la F1, lo que ha conllevado a veces problemas para los favoritos y oportunidades para los habitualmente alejados de los podios. ¿Ocurrirá así en esta ocasión?