Rafael Arévalo, el padre del tenista salvadoreño, Marcelo Arévalo, se dirigió a las cámaras de Diario El Salvador para expresar su orgullo por el logro de su hijo, el campeón de un Grand Slam, el Roland Garros, en la categoría de dobles que se llevó a cabo el pasado fin de semana.

«En lo personal como padre me siento muy orgulloso y agradecido con Dios de que este momento se haya dado con la actividad deportiva que ha logrado, que haya tocado lo máximo en el deporte del tenis y que sea un triunfo que enaltece a nuestro país y a nuestro querido Sonsonate», reiteró Rafael, quien recordó cómo vivió ese momento en el que su hijo se enfrentaba a la pareja conformada por Austin Krajicek e Ivan Dodig.
«Analizamos mentalmente rápido (durante el juego de Marcelo), en donde uno veía que todo ese esfuerzo que se ha hecho durante 25 años estaba logrando sus frutos», expresó y agregó que:
«El ver la alegría a Marcelo y ver que ha conquistado lo más alto en la competencia del tenis, ahí se ven los frutos de toda esta lucha que se ha llevado por tanto tiempo y que termina con un queremos más», comentó muy emotivo el padre.

Marcelo Arévalo es el primer salvadoreño, de origen sonsonateco, y el primer centroamericano en ser finalista y campeón de un Grand Slam, el Roland Garros, en la categoría de dobles que se llevó a cabo el pasado fin de semana.
Nació el 7 de octubre de 1990, en Sonsonate, El Salvador, por lo que está próximo a cumplir, 32 años de edad y su estatura es de 1,90 metros.