Ligia Benítez Rubio es una joven migueleña, de 22 años, que el pasado 4 de mayo obtuvo su título universitario como licenciada en Marketing, en la Robert Plaster School of Business-Cedarville University, en Ohio, Estados Unidos.
Considerada como una estudiante internacional destacada, Ligia ingresó a Cedarville University y su empeño y dedicación en los estudios le permitió graduarse a los tres años y medio, cuando su carrera está diseñada para cuatro.
La joven desarrolló sus estudios básicos y bachillerato en un colegio bilingüe de San Miguel. Por medio de esta institución en 2018 y 2019 formó parte de una comitiva estudiantil que viajó a Florida, Estados Unidos, a un campamento de verano organizado por el Instituto Bíblico Palabra de Vida (Word of Life Bible Institute). Esta experiencia impactó fuertemente la vida de Ligia.
«Conocí a Jesús como mi salvador, me gradué de bachiller en 2019 y decidí aplicar a una beca en el Instituto Bíblico, me dieron un porcentaje, empecé en enero de 2020, antes de la COVID. Regresé a El Salvador para Semana Santa y fue justo una semana antes de que suspendieran todo por la COVID. Estuve como cuatro meses en San Miguel, ese año en Word of Life Institute, fue el año en el que Dios cambió mi vida completamente, mis prioridades cambiaron», comenta.
Ligia obtuvo un Diplomado en Estudio Bíblico y gracias a sus resultados académicos consiguió una media beca para estudiar en Cedarville University, una institución de educación superior bautista establecida en Ohio, Estados Unidos, que ofrece becas a estudiantes de alto nivel y rendimiento académico.
«Ha sido una bendición tener títulos universitarios, pero he aprendido que eso no es mi identidad, que mi identidad está en el Señor, está en Cristo, y que soy hija de Dios», dice la joven.
Sin embargo, asegura que no ha sido fácil este camino al tener que adaptarse a un cambio cultural, adquirir nuevos hábitos, encontrar nuevas amistades interculturales, perder a seres queridos y cerrar sus oídos ante las críticas de los demás.
«Mucha gente me hacía burla o me criticaba, me decían: “Porque no te sientas a estudiar la Biblia en tu cuarto”. La gente criticaba a mis padres porque estaban pagando un año de estudio en el extranjero para estudiar la Biblia. También me decían que estaba desperdiciando un año de mi vida, pero volvería a hacer ese año en el instituto bíblico una y mil veces», sostiene Ligia.
Luz Elena, hermana menor de Ligia, decidió seguir sus pasos y este año ingresó al Instituto Bíblico Palabra de Vida.
En tanto, este mes Ligia ha decidido formar parte del voluntariado del instituto en sus campamentos, mientras espera un permiso de trabajo por un año para ahorrar y de ser posible obtener una maestría.