Husein Abu Sadam, presidente del sindicato de agricultores de Egipto contó a AFP que es testigo de un éxodo del campo ligado a factores climáticos.
Egipto, que acoge este año la COP27 del clima, es uno de los países más áridos del mundo.
Según Husein Abu Sadam, la agricultura es cada vez menos rentable debido a nuevos riesgos relacionados con el clima, como la aparición de nuevos parásitos.
«La gente joven de zonas rurales está migrando al extranjero o a las grandes ciudades para trabajar en la industria», señaló.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) «cerca del 90% de los refugiados viene de países que son más vulnerables y menos preparados para adaptarse a los impactos del cambio climático».
«Si la gente no puede cultivar, si la gente no puede trabajar, si no puede encontrar comida, tiene pocas alternativas a ser desplazados», explicó Amy Pope, subdirectora adjunta de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En 2021, los desastres naturales obligaron a «cerca de tres millones de personas» a dejar sus hogares en África y Oriente Medio, señaló.
«Y la situación no hace más que empeorar», dijo.
Una subida del nivel del mar
Para 2060 el sector agrícola de Egipto podría reducirse en un 47%, proyectan los expertos.
Además del «declive de la producción agrícola», la migración del campo a la ciudad también está alentada por «el atractivo de la vida urbana, la ciudad y los servicios que dispone», indicó Florian Bonnefoi, investigador de Centro de Estudios Económicos, Legales y Sociales y de Documentación, con sede en El Cairo.
A nivel global, el Banco Mundial estima que para 2050, si no se hace nada para evitarlo, habrá 216 millones de personas desplazadas dentro de sus países, incluyendo 19,3 millones en el norte de África.
Cerca del 7% de la población en el norte de África vive a menos de cinco metros sobre el nivel del mar, según el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed).
En esta región las zonas densamente pobladas de la costa están entre más amenazadas del mundo por la subida del nivel del mar.
En la ciudad egipcia de Alexandria, dos millones de personas, es decir un tercio de sus habitantes, podría quedar desplazado y se perderían 214.000 empleos, si el mar sube 50 centímetros.
«Conflictos violentos»
Una migración a la ciudad inducida por el clima «aumenta la presión sobre los recursos naturales», según el economista Asem Abu Hatab, lo que puede llevar a «conflictos violentos»en una región en la que la agricultura representa un 22% del empleo.
En Sudán, los enfrentamientos entre tribus por el acceso al agua y a las tierras dejan cada año cientos de muertos.
Según la Unicef, de los 17 países más pobres en recursos hídricos del mundo, once están en Medio Oriente y el Norte de África.
En Irak, un 20% del agua dulce podría desaparecer si el planeta se calienta en un grado y las lluvias disminuyen un 10%.
Un tercio de los terrenos agrícolas quedarían privados de irrigación, lo que generaría escasez en un país de 42 millones de habitantes.
Jordania –otro de los países más áridos del mundo– tuvo que duplicar en 2021 la importación de agua de Israel y de la Franja de Gaza.
La comunidad internacional se ha comprometido –primero en la COP de Copenhague y luego en París– a «ayudar a los países en desarrollo a hacer frente al impacto del cambio climático» incluyendo el apoyo a «diferentes prácticas agrícolas y una mejor gestión del agua», dijo Pope.
Va a ser necesario, según Pope, «encontrar fuentes alternativas de empleos y de ingresos» para frenar la migración climática.