Los pandilleros condenados y que serán encarcelados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) para el cumplimiento de sus penas permanecerán ahí «hasta que se mueran», aseguró el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.
«Quiero que entiendan que el CECOT es la casa donde van a permanecer y morir los terroristas que por años mataron y enlutaron a más de 120,000 familias salvadoreñas», afirmó este jueves el ministro Villatoro a la cadena de noticias estadounidense Americano Media.
El funcionario explicó que la rigurosidad del sistema carcelario de esa prisión fue pensada para mantener controlados a criminales de alta peligrosidad, entre estos, cabecillas de pandillas, palabreros, jefes locales de clicas o de cualquier otra estructura terrorista.
Agregó que para la construcción de la megacárcel, situada en una zona rural del municipio de Tecoluca, departamento de San Vicente, a unos 70 km de la capital, fue necesario involucrar mano de obra de 2,000 reos en fase de confianza que forman parte del Plan Cero Ocio que implementa la Dirección General de Centros Penales. Con este programa los reos buscan regenerar su conducta y aportar con su trabajo a la sociedad.
El CECOT fue construido en siete meses y es vigilado por más de 1,000 custodios penitenciarios, 600 soldados y 250 policiales que están ubicados en áreas estratégicas internas y externas de la prisión que dispone de 236 manzanas de terreno y que fue edificada en 33 manzanas.
Villatoro criticó que los gobiernos anteriores, de los partidos ARENA y FMLN, nunca se preocuparon en resolver los problemas de inseguridad que afectaron a los salvadoreños, pues lamentó que los millones de dólares que recibieron de ayuda y cooperación tras el final del conflicto armado no se emplearon para crear condiciones de seguridad para la población.
El funcionario señaló que hubo expresidentes que «tendieron puentes mafiosos con fines políticos lo que generó un incremento desmedido en el número de miembros de las pandillas». El titular de Justicia y Seguridad dejó entre ver que la herencia de los gobiernos anteriores fue la de dejar un país inseguro y endeudado.