Como si fuera la primera vez que los cantantes se presentaban en el país, con emoción, nostalgia y gratos recuerdos que sus canciones traen al presente. Ni más ni menos, así recibieron los salvadoreños a Mocedades.
La agrupación celebró anoche el quinto concierto en su historia en El Salvador. Pero la ovación y el sentimiento con que fueron entonados los coros fue intensa para quienes esperaron el Infinito Tour Sinfónico desde que se anunció.
A las 9 de la noche, cinco de los integrantes entraron a escena acompañados de grandes músicos de una orquesta sinfónica dirigida esa noche por el maestro Martín Corleto. El concierto además fue a beneficio de la Liga Contra el Cáncer en El Salvador.
Toni Menguiano, José Miguel González, Rosa Rodríguez, Idoia Uranga y José María Santamaría en ese orden tomaron puesto en el escenario. Sus prodigiosas voces iniciaron la velada con «El vendedor», el público aplaudió desde el primer momento.
«Talismán» fue la segunda canción que entonaron. La dupla entre las voces y la excepcional interpretación de la Sinfónica hacía que el salón estallará con acordes claros y agradables.
La nostalgia y algunas lágrimas también rodaron cuando corearon al unísono «Tómame o déjame». La canción es parte del álbum Mocedades-5 que se lanzó en 1974, un año después de que la agrupación se catapultará tras haber ganado el Festival Eurovisión de 1973 con su himno «Eres tú».
«Tómame o déjame, pero no me pidas que te crea más. Cuando llegas tarde a casa no tienes porqué inventar, pues tu ropa huele a leña de otro hogar», corearon sin reparo los salvadoreños.
Los recuerdos afloraron aún más por las remembranzas y por el cariño de los admiradores salvadoreños cuando apareció la integrante y única fundadora permanente por 56 años en Mocedades, Izaskun Uranga. El público reconoce en ella la esencia de su grupo querido, el recibimiento fue con calidez, aplausos y de pie.
«Desde que tú te has ido, desde que te has marchado, mis manos tienen frío por no tener tus manos. Desde que tú te has ido, desde que me has dejado, yo solo soy la sombra de aquella que has amado», cantó con su hermosa voz Izaskun, aún en medio de un público que la ovacionó.
Entre sus éxitos, que siguen frescos en la memoria de sus oyentes, alguno contemporáneos y otros que en el camino han ido escuchándolos y abrazando sus voces, también se escuchó «La guerra cruel» y «¿Dónde estás corazón?».
También estrenaron en el país una versión de su legendaria «Eres tú», escrita pro Jacobo Calderón, hijo de Juan Carlos Calderón, llamado el papá de Mocedades. La canción fue escrita para festejar los primeros 50 años de esta institución musical.
Entre canciones, hubo un diálogo ameno desde el escenario hacia los admiradores, sobre todo cuando José Miguel González presentó uno a uno a los integrantes del compañía por la que han pasado más de una treintena de cantantes desde su fundación.
José María Santamaría entró en 1990 a Mocedades, «es el hombre que siempre lleva consigo su guitarra», seguido por la voz y mirada romántica de Idoia Uranga, hermana de Izaskun.
La portentosa voz de Rosa Rodríguez ha sido un sello reconocible en los últimos 20 años de la agrupación, así como maravillosa voz y prestancia de Toni Menguiano.
Como «el timón, el alma de Mocedades: Izaskun Uranga», así se refirió José Miguel a la fundadora. Y, finalmente, se presentó él, quien entró como manager con muchas ideas y pasión, pero quien inexorablemente con su voz y carisma se unió al grupo como cantante.
«Mocedades viene de gente joven, hay algunos que lo fueron y otros que lo seguimos siendo», bromeó José Manuel junto Izaskun en referencia a ese alegre traslape de generaciones que se unen por amor a la música.
Desde luego que la noche no estuvo plena hasta que los primerísimos cantantes deleitaron con «Amor de hombre» y su himno inmortal «Eres tú».