El español, número cuatro del mundo y dos veces ganador en Wimbledon (2008 y 2010), esperaba los resultados de las pruebas médicas pasadas en la mañana de este jueves, tras su difícil victoria la víspera contra el estadounidense Taylor Fritz (14º del mundo) 3-6, 7-5, 3-6, 7-5, 7-6 (10/4).
«No lo sé», respondió Nadal cuando le preguntaron en la noche del miércoles si estaría en disposición de enfrentarse a Kyrgios, número 40 del mundo.
Marca recuerda que no es la primera vez que Nadal tiene que jugar en esas condiciones: en 2009, en el Abierto de Australia acabó el torneo con una rotura de dos centímetros antes de perder en semifinales contra el argentino Juan Martín del Potro en semifinales.