Ernesto Bonilla es un empresario de Santa Rosa de Lima, en La Unión, que ha migrado de moneda en moneda con su negocio de panadería y pastelería Yoli. Este cambio de moneda siempre ha sido un reto para él y su empresa, para tener que adaptarse a las nuevas tendencias.
Tal como lo hizo cuando cambió del colón al dólar, así lo está haciendo con el bitcóin, una criptomoneda que ya está siendo aceptada en su negocio desde los primeros días de entrada en vigor del nuevo método de pago que se hace con la aplicación Chivo.
«En todas nuestras tiendas tenemos autorizados nuestros dispositivos móviles y la aplicación está lista para recibir bitcóin si su deseo es pagar así. No vamos a perder una venta por no aceptar bitcóin, por no tener actualizado nuestro sistema, y posiblemente en este momento no toda la gente pueda usarla», aseguró Bonilla, quien asegura que, con el tiempo, las personas optarán por utilizar el nuevo sistema.
El empresario limeño agrega que como empresa deben estar a la vanguardia del desarrollo y de las nuevas tecnologías, y en el caso de su negocio no será obstáculo la adaptación al uso del dinero virtual debido a que la empresa también está teniendo un relevo generacional.
Asegura que ya se está familiarizando con el uso de las criptomonedas.
«Esto del bitcóin es igual a cuando se creó la computadora y muchos amigos de mi generación decían: “No, si en El Salvador nunca van a usar computadora, cómo van a meter los sistemas”; y ahora todo está computarizado», expresó el empresario.
Este comerciante tiene más de tres décadas de haber iniciado con su primera sucursal en la ciudad limeña, pero con el paso de los años su negocio ha ido creciendo y extendiéndose a más municipios de la zona norte de La Unión, convirtiéndose en uno de los pocos que también cuentan con su propia planta de producción.