Un año después de su fabuloso triplete de títulos en el Mundial de Budapest (100, 200 y 4×100 metros), Lyles aspira a sus 27 años a conseguir también los oros en esas pruebas, a lo que podría añadir también el del relevo 4×400 metros.
Usain Bolt acostumbraba en sus mejores años a irse de los eventos con los tres oros de 100-200-4×100, por lo que si Lyles consigue encontrar ese trébol de cuatro hojas se desmarcará incluso de las hazañas del jamaicano.
«Soy muy ambicioso. Ya lo anuncié antes este año, quiero llegar más alto [que el triplete de Budapest]», declaró a mediados de julio en el programa de la cantante estadounidense Kelly Clarkson, en la NBC.
Como Carl Lewis en 1984
El mítico Carl Lewis cosechó cuatro oros olímpicos en una misma edición, en Los Angeles-1984, pero con el salto largo como cuarta prueba y no el relevo 4×400 metros.
Bolt tuvo que contentarse con el doblete 100-200 metros en Pekín-2008, después de la descalificación del relevo jamaicano por un caso de dopaje. Y en Londres-2012 y Rio-2016 obtuvo sendos tripletes.
Lyles, seis veces campeón mundial, es un coleccionista de éxitos, como lo era Bolt, pero sobre todo comparte con él su gusto por el ‘show’ en la pista. Es además su heredero natural, ya que Lyles se hizo conocido después de que Bolt se retirara en 2017.
En sus horas libres diseñador, estilista y hasta rapero, Lyles acostumbra a brindar a los fans momentos para el recuerdo durante la presentación de las carreras, antes de competir.
Le gusta además hacer referencias constantes a la cultura pop. Ya sea tiñiéndose el pelo para parecerse a un personaje del manga Dragon Ball, pintándose las uñas o presentando a la cámara una carta del juego «Yu-Gi-Oh!», como hizo durante las selecciones olímpicas estadounidenses del pasado junio.
Aplaudido por Bolt
«El deporte necesita eso, necesitamos alguien con personalidad», le alabó el propio Bolt después de una carrera en Jamaica el año pasado.
«Los Juegos Olímpicos son una magnífica plataforma para que yo ayude a hacer crecer este deporte. Para que la gente se fije en mí necesito la medalla de oro», explica Lyles, que dice estar decidido a atraer más atención hacia el atletismo.
Este apasionado de la moda intenta institucionalizar desde el año pasado una llegada al estado filmada en traje de gala, como hacen los jugadores de la NBA, y defiende su estrategia en el último documental de Netflix dedicado a los velocistas.
En las selecciones olímpicas en Eugene (Oregón), encontró como cómplice a Snoop Dogg, el rapero reconvertido a comentarista olímpico para la NBC, para una puesta en escena alrededor de una misterioso maletín.
La actitud de ‘showman’ desde que el piloto de la cámara está encendido atraen también algunas bromas y reproches en las redes sociales o incluso entre rivales, que le recriminan falta de espontaneidad.
«Tengo personalidad, velocidad, sentido del show, espíritu de marketing. Les hago sentir incómodos porque soy yo quien decido», dijo al respecto el propio Lyles a la revista Time.