Hablar de la trayectoria de la Orquesta San Vicente es hablar de su fundador, Ernesto Alejandro Rodríguez Flores, conocido artísticamente como Tito Flores, quien nació el 28 de febrero de 1943 en San Vicente. Es hijo de Fidelina Flores y de Andrés Rodríguez Mendoza, ambos artistas y de quienes heredó el amor por la música. A los ocho años inició sus estudios de solfeo; a los 12 ya era capaz de ejecutar el saxofón, el piano y el clarinete. A esa misma edad inició su carrera musical en la Marimba Orquesta Alma Vicentina.
Con tan solo 17 años, en 1960, se convirtió en director de la Orquesta Internacional de los Hermanos Flores, siendo el compositor y arreglista de éxitos como «La bala», «Mi país», «Charanga costeña», «Canta mi pueblo», «Caramba, doña Leonor», «El comején», «San Fernando», entre otros.
A los 42 años, en 1985, le da vida a su propia agrupación: la Orquesta San Vicente, proyecto que continúa bajo su dirección musical y en el que ha ejecutado diferentes estilos y ritmos musicales, como vals, oberturas, sinfonías clásicas, jazz, boleros, merengues, mambo, salsas y, por supuesto, las cumbias, género del que es uno de los precursores en el país.
El recorrido musical durante estos más de 60 años ha hecho que se le reconozca a escala internacional como el Maestro del Ritmo, el Emperador de la Cumbia Salvadoreña y el Hijo Meritísimo de San Vicente, legado que actualmente está trasladando hacia sus hijos Denys Flores (DF), en la parte musical, y Ernesto Flores (EF), en la parte de las comunicaciones de la orquesta. Ambos comparten con los lectores de «Diario El Salvador» el recorrido que la agrupación ha tenido:

¿Cómo es que nace la Orquesta San Vicente?
Denys Flores (DF): Nace en 1985, un año antes muere mi abuelo, y usted sabe cómo son los problemas familiares, así que de la Orquesta Hermanos Flores cada uno sigue su mentalidad. La de mi papá fue crear su orquesta. Ese año grabó un LP con 10 canciones, y de esas, nueve son las que siguen sonando con la San Vicente.
¿O sea que su abuelo fundó los Hermanos Flores?
DF: Sí, él fue, y en la década de los sesenta era marimba orquesta, poco a poco se fue revolucionando hasta llegar a ser orquesta. Y así las dos orquestas se han convertido en pilares de El Salvador, que a escala internacional también suenan.
¿Cuál era el nombre de su abuelo
DF: Andrés Rodríguez. Mi abuela era Flores, Fidelina Flores, en honor de mi abuela es que la orquesta Hermanos Flores lleva el apellido.
Con la separación de la orquesta, ¿qué pasa con las canciones?
DF: Se trató de mezclar música antigua de mi papá con la Orquesta San Vicente. Así nació el mosaico tropical número 1. Allí se incluyó «Charanga», «Caramba, doña Leonor», «Ese mango está maduro» y varias más. De hecho, ese disco es el más solicitado. Del año 85 para atrás, ambas [orquestas, Hermanos Flores y la San Vicente] pueden tocar las mismas canciones.
¿Las canciones que tocan son propias?
DF: Muchas son músicas colombianas y venezolanas, otras que solo le dieron la letra a mi papá y a él le tocó musicalizarla.
Pero ¿también tienen canciones propias?
DF: Sí, está «200 pesos», «Soy salvadoreña», que creo que la volveremos a grabar con mejor sonido. Hay muchos temas. Mi papá tiene la característica de hacer letras en las que se ven reflejados el pueblo, las tradiciones, las ciudades, las mujeres. Está «La feria de los santos», que en San Vicente, en noviembre, hay una fiesta tradicional a todos los santos. «La computadora», «Todo lo que tengo es tuyo», «La perrita coqueta» y muchas más originales.
¿Y el nombre de la San Vicente cómo nace?
DF: En honor de San Vicente. Somos originarios de allí, y ese nombre lo llevamos a todo el mundo.
¿Quiénes conforman la orquesta?
DF: Por el momento 19 músicos. Son de San Miguel, de San Vicente, de Santa Ana, Sonsonate, La Libertad, Quezaltepeque, Lourdes, Ahuachapán… de todo el país.
¿Cuál es el papel que juegan los hijos de Tito en la orquesta?
DF: En mi caso, soy el que está ahorita siguiendo el legado de él, tengo una gran responsabilidad, tengo la ayuda de mi hermano, comunicador, y de mi hermana, que es abogada.
LA FAMILIA FLORES-CATALÁN
Ligia Catalán de Flores es la mujer que ha acompañado por más de 45 años a la Orquesta San Vicente. Ella y sus tres hijos se han convertido en los principales pilares de Tito. En familia han visto crecer, florecer y han recibido reconocimientos a escala internacional con la orquesta.

¿Cuántos hijos tuvo Tito?
DF: ¡Ah! [ríe], ¡tres! Mi papá tuvo una historia bien romántica.
¿Y puede contar la historia?
DF: Cuando estuvo en la banda regimental de San Vicente dicen que lo seguían como si era el Niño Dios. Ahora hay señoras que me llegan a saludar y me confunden con él. «¿Tito?», me dicen, «no», les respondo… «Es que yo a Tito lo conocí cuando tenía tu edad. Era un hombre guapísimo».
¿Con su mamá lleva años de casado?
DF: Con ella tiene casi 50 años de casados. Se cuidan de una forma increíble.
¿Y sabe usted cómo se conoció con su mamá?
Ernesto Flores (EF): Yo le voy a contar la historia. Mi mamá estudiaba en el Colegio Eucarístico y era compañera de una hija de mi tío Paco, de Menchita, quien viene siendo prima mía, y Paco era uno de los hijos mayores de mi abuelo. Cuando mi papá era director de los Hermanos Flores, Menchita invitó a mi mamá para que fuera a ver un ensayo de los Hermanos Flores y allí fue donde se conocieron.
Para ese entonces mi papá era un hombre divorciado, tenía tres hijos que hoy residen en Estados Unidos. Así fue como se conocieron y nació el amor. Una de las ironías de la vida es que mi papá, hace varios años, se compró casa frente a donde nació y creció mi mamá. Ahora son vecinos con toda la familia materna.
Con su mamá tuvo otros tres hijos, ¿cuáles son los nombres?
DF: Denys, el mayor; Ernesto, el menor, y Silvana, la del medio.
¿Ella en algún momento se involucró en la música?
EF: Ella aprendió el primer método del solfeo y tiene conocimiento de armonía y musicalización, ha acompañado durante más de 42 discos que ha grabado mi papá, a la par, tanto escribiendo canciones, así como todo el proceso de la producción discográfica. Ella siempre ha estado a la par de su carrera artística, prácticamente desde que comenzó y se despegó la canción famosa de «La bala», en 1970. Siempre ha estado a la par desvelándose.
Cuando él ha estado en sus procesos creativos, no solo le ha ayudado a crear, componer canciones o hacer arreglos, sino que también ha planificado giras; en cuestiones administrativas y de tomar las mejores decisiones para que este próximo 7 de junio ya llegue a cumplir sus 36 años [la orquesta]. El primer evento que tuvo la orquesta fue el 7 de junio de 1985, en un hotel.
EL futuro de la orquesta San Vicente
Tito Flores y su Orquesta San Vicente han grabado 42 discos, que contienen 450 éxitos, han hecho 135 giras internacionales. Sus canciones se han reproducido más de 20 millones de veces en las diferentes plataformas digitales y son escuchadas en 69 países. Sin embargo, va llegando el momento de ir cediendo la dirección. Uno de sus hijos es el candidato idóneo.

Ahora usted, Denys, se va convirtiendo en la voz de la orquesta.
Denys Flores (DF): Sí, sobre todo frente a las fiestas, pero tengo el apoyo de mis hermanos. Todos estamos pendientes. También tengo un hijo que lleva las redes sociales de la orquesta.
¿O sea que la orquesta se ha convertido en una empresa familiar?
Ernesto Flores (EF): Lo es. Cada quien en su área. Yo soy el mánager, tengo que ver con los contratos, con las giras y también escribir las biografías.
Denys sigue con el legado musical, pero ¿desde qué edad lo empezó a tomar?
DF: Yo tengo 31 años en la orquesta, pero para que mi papá tuviera más descanso, desde hace unos 10 años. A la gente le gusta siempre la presencia de él.
¿A qué edad entra a la agrupación?
DF: A los 20 años. Empecé clases en San Vicente, debajo de un palito de mango. Un compadre de mi papá, Rafael Ascencio, quien tenía una capacidad y paciencia, me enseñó. Luego viene el proceso de entrar a la orquesta. Yo entré porque hay que foguearse. Mi papá tenía cuatro saxofones y conmigo, cinco.
Y aparte del saxofón, ¿toca otro instrumento?
DF: Empecé el piano, tengo la idea, pero no lo toco bien. Todavía tengo la juventud para aprenderlo [ríe].
¿Qué reto ve a futuro para seguir con la orquesta?
DF: Si nosotros trabajamos de forma adecuada, no habría mayor problema. Considero que nosotros mismos nos podemos fregar o mantener.
Imagino que sus hijos ya van ingresando a la orquesta.
DF: Les gusta la música, pero no la ejecutan. Tengo un hijo de 29 años, Denis Ernesto, que trabaja en una agencia de publicidad y también trabaja en la orquesta, pero manejando las redes sociales. Se ve fácil, pero no lo es, tiene su ciencia para que la gente nos siga y todo. Hay que estudiar para hacer eso. Como le digo, somos un equipo que se apoya.
Aparte de él, ¿tiene otros hijos?
DF: Tengo una niña de 12 años, Graciela Nicole. Ella está estudiando, pero le gusta la música. Ya me va diciendo dos veces que quiere aprender piano.
Premios recibidos
La gran trayectoria ha hecho que la Orquesta San Vicente sea reconocida a escala nacional e internacional. Tito, como artista, forma parte del programa de educación básica en la asignatura de Ciencias Sociales del Ministerio de Educación del país como una personalidad destacada en la rama artística, referente para las nuevas generaciones.






¿Cuál fue el primer premio que recibieron?
Ernesto Flores: El primer contrato con una disquera fue en 1986, allí obtuvieron un disco de oro por parte de Discos de Centroamérica, también por una disquera de Estados Unidos que se llama Latin Sound Records, y desde entonces a mi papá se le llamó y reconoció en muchas radios latinas de Estados Unidos.
¿Cuáles otros se suman?
Ha recibido reconocimientos por parte de Telemundo, de Univision. Cuando mi papá cumplió 45 años de vida artística, la embajada de El Salvador en Washington lo nombró músico del año y fue reconocido por la Asociación Americana de Músicos Hispanos en 1976; el Centro Nacional de Registros, la Lotería Nacional de Beneficencia, las disqueras Music Art Productions en Los Ángeles, Latin Sound Records de Nueva York y Hemisphono Latino en Miami.
En 2007 fue reconocido como Distinguido Músico y Compositor Salvadoreño por parte de la Asamblea Legislativa, y en 2008, junto con su Orquesta San Vicente, recibió el Premio a la Excelencia Musical por el Centro de Comercio Internacional (CCI), en México. La ciudad de San Sebastián, en San Vicente, también lo nombró Hijo Meritísimo de San Vicente por haberle compuesto en 1977 una bonita canción llamada «San Sebastián», y muchas otras radios y empresas de TV salvadoreñas lo han premiado.
Y no ha sido solo por su trayectoria, sino que también por la cantidad de veces que se escuchan las canciones, no solo en diciembre. Es una música que se escucha siempre, en cada celebración. Cuando un hogar salvadoreño y centroamericano quiere escuchar alegría, pone la música de Tito Flores y su Orquesta San Vicente, «la fuerza musical de Centroamérica».
De eso no hay ninguna duda, y agradecemos al público que por tantos años lo ha respaldado. Y aquí estamos para seguir alegrando el corazón de todos, porque de eso se trata la música: de hacer bailar a la gente.